Por: Cortesía

Tlaxcala

Matan a balazos a un hombre en el estacionamiento del Hospital General de Calpulalpan

La inseguridad que azota el Estado de Tlaxcala quedó patente una vez más cuando Marco Antonio N., de 33 años, fue brutalmente asesinado a tiros en las jardineras del Hospital General IMSS-BIENESTAR del Calpulalpan, mientras aguardaba la llegada de un familiar. El trágico suceso ocurrió durante la tarde de este martes 19 de marzo, sumiendo a la comunidad en el horror y la consternación.
La víctima fue alcanzada por al menos tres disparos, uno de los cuales impactó su cabeza, arrebatándole la vida en un instante de violencia despiadada.
El caos y el pánico se apoderaron del entorno cuando, alrededor de las 17:15 horas, las autoridades recibieron el angustiante llamado al Servicio de Emergencias 911, alertando sobre la presencia de individuos armados que sembraron el terror con ráfagas de disparos en las instalaciones del nosocomio. Ante esta situación crítica, policías municipales, estatales y elementos de la Guardia Nacional se movilizaron de inmediato hacia la escena del crimen.
Una vez en el lugar, se confirmó el trágico desenlace: un hombre había sido blanco de un ataque directo perpetrado por dos individuos vestidos de negro, quienes escaparon rápidamente a bordo de un vehículo Jetta blanco con rumbo al centro del municipio, dejando tras de sí un rastro de violencia y desolación.
La escena del crimen fue rápidamente acordonada y el hospital clausurado, en un esfuerzo por preservar las evidencias que podrían arrojar luz sobre este acto atroz. La investigación a cargo del Grupo Multidisciplinario de Homicidios Dolosos se puso en marcha de inmediato, incluyendo entrevistas que confirmaron que Marco Antonio N. se encontraba esperando a un familiar que visitaba a un paciente en el hospital en el momento del ataque.
La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) ha iniciado una Carpeta de Investigación con el objetivo de esclarecer este homicidio doloso y llevar a los responsables ante la justicia. Sin embargo, la comunidad permanece en vilo, consciente de que la inseguridad sigue siendo una amenaza latente que arrebata vidas inocentes y siembra el miedo en cada rincón del Estado de Tlaxcala.

 

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