Puebla, Pue.- En el Estado de Puebla, el aumento en la incidencia delictiva se ha convertido en un desafío preocupante, y el director de la Facultad de Ciencias Políticas y Gobierno de la UPAEP, Valente Tallabs González, señala que el epicentro de este problema radica en el crecimiento de los robos, especialmente los asaltos a transportistas.
Tallabs González destaca que, según las estadísticas, la incidencia delictiva ha experimentado un incremento de casi 10 puntos de un año a otro en el territorio estatal. El robo al transporte público, en particular, se presenta como uno de los mayores desafíos, no solo por la frecuencia de estos actos, sino también por la creciente violencia asociada a ellos.
El académico subraya que el asalto a transportistas, que ha aumentado de manera exponencial, es una de las manifestaciones más sensibles de la inseguridad en la región. Esta problemática no solo afecta las cifras objetivas de seguridad, sino que también tiene un impacto significativo en la percepción ciudadana de la seguridad, especialmente en el ámbito del transporte público.
En este contexto, la Alianza Mexicana de Organizaciones de Transportistas (AMOTAC) ha liderado paros y manifestaciones para exigir un plan urgente por parte del gobierno federal que garantice la seguridad en las carreteras. La solicitud principal es el aumento de la presencia de la Guardia Nacional en las rutas del transporte para disuadir actos delictivos.
El director de la Facultad de Ciencias Políticas y Gobierno advierte que la inseguridad en las carreteras no solo afecta a los transportistas sino también a la percepción de seguridad a nivel estatal. Los datos de percepción ciudadana señalan que Puebla ha recibido evaluaciones negativas, principalmente debido a la preocupación por la seguridad en el transporte público.
Además, Tallabs González destaca que, aunque hay una disminución simbólica en los homicidios al inicio del 2024 en comparación con el año anterior, esto no indica una mejora sustancial. La tendencia a la baja en homicidios es un aspecto a observar, pero el problema persiste, y el enfoque debe ser integral, abordando tanto la violencia asociada a los robos como las percepciones ciudadanas de seguridad.
