Por: Cortesía

Internacional

Sin aclarar avistamientos, EU mantiene misterio sobre ovnis

La inteligencia de Estados Unidos señala que es “díficil” explicar los fenómenos. En días pasados publicaron tres videos de posibles contactos con naves no identificadas

La inteligencia estadounidense no ha encontrado evidencias de que los fenómenos aéreos presenciados por los pilotos de la Marina en los últimos años sean naves espaciales extraterrestres.

No obstante, estos servicios de espionaje aún no pueden explicar los movimientos inusuales avistados que han desconcertado a los científicos y al ejército estadounidense, según The New York Times, que cita como fuente a altos funcionarios de la administración, que preparan un informe sobre este asunto.

El documento, próximo a publicarse, determina que una gran mayoría de los más de 120 incidentes ocurridos en las últimas dos décadas no tuvieron como origen el ejército estadounidense ni otra tecnología avanzada del Gobierno de Estados Unidos, dijeron los funcionarios.

Esa conclusión parece descartar la posibilidad de que los pilotos de la Marina que informaron de avistamientos que no tenían explicación pudieran haberse topado con programas que el Gobierno pretendía mantener en secreto.

Ese hecho es el único hallazgo concluyente del informe de inteligencia clasificado, que será presentado en el Congreso de Estados Unidos (EU) el próximo 25 de junio, dijeron los funcionarios.

Y aunque ese documento aportará algunas conclusiones firmes, las fuentes citadas por The New York Times admitieron que la ambigüedad de los hallazgos significaba que el Gobierno no podía descartar definitivamente las teorías de que algún fenómeno observado por pilotos militares podría ser una nave espacial extraterrestre.

El interés por la posibilidad de vida extraterrestre altamente inteligente se atizó luego que el Pentágono divulgó el año pasado videos en los que pilotos expresaban su estupor ante objetos desconocidos que se movían velozmente.

A eso se sumaron comentarios de altos funcionarios con acceso a informes de inteligencia, entre ellos el expresidente Barack Obama, y un informe del programa de CBS 60 Minutes en el que los pilotos fueron interrogados sobre lo que habían visto.

“Lo cierto es que hay filmaciones y registros de objetos en los cielos que no sabemos exactamente qué son”, dijo Obama el 17 de mayo en un programa de televisión.

“Hay muchos avistamientos que se han hecho públicos. Hay veces que no tenemos buenas explicaciones para muchas cosas que se han visto”, señaló en marzo a Fox News John Ratcliffe, director de inteligencia durante ocho meses del mandato de Donald Trump.

El informe admite que gran parte de los fenómenos observados siguen siendo difíciles de explicar, incluida su aceleración, así como su capacidad para cambiar de dirección o sumergirse, relata el rotativo.

Una posible explicación es que los fenómenos podrían ser globos meteorológicos u otros aparatos usados en investigación, aunque esta teoría no se sostiene en todos los casos, dijeron los funcionarios.

El informe final también incluirá un anexo secreto, dijeron los funcionarios.

Y si bien no contendrá ninguna evidencia que concluya que los fenómenos son naves espaciales extraterrestres, las fuentes reconocieron que el hecho de que esta parte permanezca clasificada y fuera del alcance del público probablemente continuará alimentando la especulación de que el gobierno tenía datos secretos sobre visitas extraterrestres a la Tierra.

Muchos de los más de 120 incidentes examinados en el informe son del personal de la Marina.
El informe también examinó incidentes que involucraron a ejércitos extranjeros durante las últimas dos décadas. Los funcionarios de inteligencia creen que al menos algunos de los fenómenos aéreos podrían haber sido protagonizados por tecnología experimental de una potencia rival, muy probablemente Rusia o China.

Y de hecho, existe preocupación en los servicios de inteligencia y los militares estadounidense sobre el hecho de que China o Rusia pudieran estar experimentando con tecnología hipersónica, con velocidades de vuelo superiores a los seis mil kilómetros por hora.

Seria preocupación

La cantidad de lo que el Pentágono califica de “Fenómenos Aéreos No identificados” (UAP, por sus siglas en inglés) es un dato serio cuando adversarios de Estados Unidos, como Rusia o China, podrían estar usando tecnologías de vigilancia desconocidas y altamente avanzadas.

Luis Elizondo, que trabajó en la investigación del Pentágono sobre los UAP e insta a revelar lo que se sabe, dijo que mucho de lo visto sugiere una tecnología extremadamente avanzada y desconocida para los humanos.

“Si la información del New York Times es correcta, los objetos vistos por pilotos en todo el mundo son mucho más avanzados que cualquier otra tecnología terrestre conocida por nuestros servicios de inteligencia. Es hora de divulgar el informe completo, videos y datos de lo que hemos visto en el Pentágono”, comentó Elizondo.

Una vocera del Pentágono, Sue Gough, se negó a comentar sobre reportes noticiosos del informe de seguridad. Agregó que la fuerza especial UAP del Pentágono está “trabajando activamente con la Oficina del director de Seguridad Nacional (DNI) en el reporte y que la DNI proporcionará los hallazgos al Congreso”.

Durante décadas, el Pentágono y la CIA han analizado reportes de aeronaves u otros objetos volando en el cielo a velocidades o con trayectorias inexplicables.

El Departamento de Defensa “publica estos vídeos para clarificar cualquier malentendido por parte del público sobre si las grabaciones que han ido circulando son reales o no, y si hay más (contenido) en los vídeos. El fenómeno aéreo que se aprecia en los vídeos permanece clasificado como no identificado”, explicó el Pentágono sobre estas imágenes, que habían sido filtradas y llevan circulando en la red desde 2007 y 2017.

El primer vídeo, el de 2004, fue compartido por uno de los tripulantes que presenciaron la escena en 2007; más tarde fue publicado junto a los otros dos por la organización To The Stars Academy (TTSA) y el diario The New York Times en diciembre de 2017 y marzo de 2018.

Ya en 2019, la Armada estadounidense reconoció que las tres grabaciones eran reales, pero hasta ahora no las había difundido oficialmente.

La primera grabación, conocida por los expertos como "FLIR1", muestra un objeto de forma oblonga, que se acelera fuera de la vista de los sensores.

En el video llamado “Gimbal” se escucha a un miembro de la tripulación decir “mira esa cosa”, en referencia a un objeto volador que, según dijeron, parecía ir contra el viento en 2015.

Por último, en la grabación conocida como “Go Fast”, también del año 2015, se aprecia un objeto volador que parece estar sobre la superficie del agua y se escucha a los equipos militares preguntándose “¿Qué demonios es eso?” y “¿Qué es eso, hombre?”.

El sitio web The Black Vault, dedicado a desclasificar documentos gubernamentales, fue el primero en destapar que la Marina estadounidense consideró que los fenómenos avistados fueron considerados ovnis por los equipos de especialistas.

 

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