Por: Cortesía

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Delincuentes de Veracruz exigen veinte mil pesos en primaria para garantizar la seguridad de los niños

Una escalofriante amenaza ha puesto a temblar a padres de familia y miembros de la comunidad escolar de una primaria en Coatzacoalcos, Veracruz.

Circula en redes sociales la imagen de una nota dejada por presuntos extorsionadores en las puertas del plantel, exigiendo el pago por derecho de piso para garantizar la seguridad de los niños.

El mensaje, escrito en una cartulina blanca, es directo y perturbador, pues los delincuentes demandan dos mil pesos debido a los dos turnos de clases en la escuela.

La fecha límite para el pago es el miércoles 15 de mayo, bajo la amenaza velada de posibles “accidentes” en caso de incumplimiento.

“Les toca pagar su cuota de protección a sus chamacos. 20000 por ser dor turnos para este miércoles, Son dos turnos cabr... a pagar y sin la policía ya saben que hay accidentes”, dice el mensaje de amenza y cobro de piso a la primaria de Veracruz.

La situación ha generado pánico entre padres y autoridades escolares; ante la falta de seguridad, la escuela ha suspendido temporalmente sus actividades. Los padres, por su parte, enfrentan un dilema angustiante, pues no piensan arriesgar la seguridad de sus hijos ni ceder ante la extorsión.

Hasta el momento, las autoridades competentes no han emitido declaraciones al respecto; el silencio oficial aumenta la incertidumbre y la sensación de vulnerabilidad en la comunidad estudiantil, mientras que los padres de los niños temen por la integridad de sus pequeños.

Este escalofriante episodio deja ver la grave problemática del cobro de piso en ciertas regiones de México, donde la violencia y la impunidad permiten que grupos delictivos operen con relativa libertad.

En medio de la angustia y el miedo, la comunidad espera acciones concretas que garanticen la seguridad de los niños y pongan fin a la impunidad de quienes amenazan su bienestar para que puedar regresar a la escuela a estudiar seguros.

Mientras tanto, la incertidumbre y la tensión persisten en la primaria de Coatzacoalcos, donde los menores no pueden ir a aprender y educarse por culpa de la violencia que se vivie a diario en Veracruz.