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La nueva maternidad: el rol de las madres en la actualidad

El rol de la maternidad ha sido sometido a cambios radicales durante las últimas décadas gracias a los distintos movimientos en pro de la equidad de género, la transformación de la mujer y las necesidades de la sociedad moderna.  

Anteriormente, el rol de la madre se resumía a la crianza de los hijos, el mantenimiento del hogar y la preparación de los alimentos, mientras que los hombres se iban a trabajar para dar sustento a la familia. 

Actualmente, la mujer se ha integrado eficazmente a la fuerza laboral y se ha empoderado de su derecho a obtener una educación digna, así como la oportunidad para desempeñarse profesionalmente. Aunque el rol antiguo de la madre sigue estando presente en muchas culturas, y en algunos casos se impone como una obligación que la mujer debe cumplir para no ir en contra del núcleo social, pero también existen quienes voluntariamente retoman las viejas costumbres, previo acuerdo mutuo en familia, para una mejor división del trabajo. 

Dicho así, quizás el mayor logro de los últimos 50 años no sea que la mujer se ha independizado por completo de los estereotipos de género, pero sí la conquista de cierta libertad para elegir. 

En busca del “punto medio”

La equidad no significa que todos reciban lo mismo. Equidad significa que todos obtienen lo que necesitan” (Rick Riordan)

A pesar de la metamorfosis social que hoy en día es más visible que nunca, sobre todo en Occidente, el rol de ama de casa y madre dedicada al cuidado del hogar y de los hijos se compagina con el rol profesional.

Ahora, las mujeres tienen responsabilidades laborales, como cumplir jornadas de trabajo extensas, y también responsabilidades familiares, como revisar que los niños hayan hecho su tarea y limpiar la cocina. 

No es algo que suceda en todos los casos, pero en las sociedades más equitativas, donde los ingresos de las mujeres son iguales a los ingresos de los hombres (como Finlandia), el género masculino ha evolucionado a pasos agigantados rumbo a un equilibrio admirable que contribuye a la crianza de niños con valores y principios fundamentados en la equidad, el respeto y la justicia. 

Esto ha sido posible gracias a la inclusión progresiva de los padres en el cuidado de los hijos y del hogar, la decisión de compartir tareas y la repartición equitativa de las responsabilidades familiares. 

Desde luego, hay creencias que persisten y entorpecen el proceso de integración de los hombres a las tareas del hogar, como la idea de que las mujeres pueden hacer cosas que los hombres no pueden.

Las mujeres y el sustento del hogar: cuestión de prioridades

Al respecto, un estudio dirigido por Tim Killeen y publicado en The Royal Society explica que los efectos del estrógeno en el cerebro mejoran el control cognitivo e inhiben las respuestas inadecuadas. Esta sería la razón por la cual las mujeres se desempeñan mejor en las multitareas que los hombres. 

Esto quiere decir que las mujeres pueden fácilmente ser esposas, profesionales y madres a la vez, mientras que los hombres pueden sentirse contrariados o cometer más errores a la hora de intentar hacer dos cosas al mismo tiempo.

Gracias a que el concepto de “esposas trofeo” y “mujeres perfectas” ha quedado atrás, las exigencias sociales hacia la mujer han disminuido.  

Algunas mujeres han optado por trabajar, ya sea a favor del sustento económico o para avanzar en su carrera, y son conscientes de que no tendrán el tiempo que quisieran para estar con sus hijos. Es posible que esto las haga sentirse culpables, insuficientes o dañinas.

Esta probabilidad hace énfasis en la necesidad de eliminar del todo los estereotipos y roles preestablecidos, involucrar a los padres en los quehaceres del hogar y establecer prioridades objetivas. El sustento económico no es cosa de juego, ya que de ello depende la buena alimentación y crecimiento de los niños; las madres tienen derecho a desempeñarse laboralmente para su beneficio y el de sus familias, lo importante es una gestión adecuada del tiempo y un hogar cimentado en la igualdad de oportunidades. 

El arte de saber vivir. 

 

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