Puebla, Pue.- El primer año de gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum puede calificarse como un escenario de claroscuros. Mientras en el ámbito social y macroeconómico se registran avances significativos, persisten retos estructurales en crecimiento, déficit fiscal y certidumbre jurídica, señaló Anselmo Salvador Chávez Capó, académico de la UPAEP.
En entrevista, el profesor de la Licenciatura en Administración Financiera y Bursátil subrayó que la inflación cayó a 3.5% en julio, su nivel más bajo en años, lo que abre la posibilidad de que Banco de México reduzca la tasa de interés para estimular el crédito y la actividad productiva.
También destacó que la pobreza multidimensional se redujo de 41.9% en 2018 a 26.6% en 2024, beneficiando a 13.5 millones de personas. Este avance, dijo, responde tanto a los programas sociales como al incremento real del salario mínimo, que ha crecido más de 135% desde 2018.
Asimismo, el coeficiente de Gini pasó de 0.426 a 0.391, convirtiendo a México en el segundo país con menor desigualdad en América, solo detrás de Canadá.
No obstante, Chávez Capó advirtió que la informalidad laboral sigue siendo un problema serio: alcanza al 50% de la población económicamente activa y en estados como Puebla se eleva a casi el 70%, limitando el acceso a seguridad social y prestaciones.
En materia de inversión, México captó 36 mil millones de dólares en el primer semestre de 2025, cifra histórica pese al contexto internacional. Sin embargo, el crecimiento económico sigue rezagado: en 2024 el PIB aumentó apenas 1.2% y para el primer semestre de 2025 algunos cálculos lo ubican en -0.5%.
El especialista alertó que el déficit fiscal de 5.9% del PIB y una deuda cercana al 50% representan riesgos para la estabilidad futura si no se realizan reformas estructurales. A esto se suma la incertidumbre por la reforma judicial y los costos adicionales de inseguridad para las empresas.