Tlaxcala, Tlax.- La gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros inauguró las actividades conmemorativas por los 500 años de la fundación de Tlaxcala, destacando la grandeza de un pueblo que eligió la diplomacia sobre la guerra y que hoy vuelve a ser referente de paz, igualdad y transformación social.
Tlaxcala, raíz de México
Durante su mensaje, la mandataria subrayó que “sin Tlaxcala no hay México”, al recordar que en este territorio se encendió la chispa de un nuevo mundo y se sembraron las primeras semillas de lo que hoy es la patria.
Diplomacia y visión de futuro
Cuéllar Cisneros evocó la decisión histórica de Tlaxcala al optar por la diplomacia frente al poderío mexica y la llegada de los españoles, lo que aseguró su permanencia y abrió el camino hacia la nación mexicana.
Malintzi y el liderazgo femenino
La gobernadora recordó la figura de Malintzi como símbolo de entendimiento entre dos mundos, enlazando este legado con el presente: una Tlaxcala gobernada por una mujer y un México con su primera presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo.
De la guerra a la paz
“Ya no luchamos por territorios, luchamos por conquistar derechos, justicia e igualdad”, expresó Cuéllar, destacando que Tlaxcala, antes referente en la guerra, hoy lo es en la paz.
Reconocimiento al patrimonio
En representación de la presidenta de México, el director del INAH, Joel Omar Vázquez, resaltó que Tlaxcala cuenta con un milenio de zonas arqueológicas y monumentos históricos, además de ser reconocida como Patrimonio Mundial desde 2021.
Orgullo e identidad
La secretaria de Turismo, Josefina Rodríguez Zamora, llamó a la población a participar en los festejos hasta el 14 de octubre, invitando a celebrar todos los días la historia, tradiciones e identidad de Tlaxcala.
Herencia y futuro
El presidente municipal, Alfonso Sánchez García, recordó que los cuatro señoríos tlaxcaltecas supieron organizarse políticamente desde tiempos antiguos, demostrando la grandeza de una ciudad que mantiene viva su herencia.
Celebración internacional
El evento contó con la presencia de Beatriz Paredes Rangel, delegaciones de España, Guatemala, Honduras y Cuba, así como familias tlaxcaltecas y autoridades de los tres niveles de gobierno.