Puebla, Pue.- La Procesión de Viernes Santo es una tradición religiosa que se realiza cada año en la ciudad de Puebla, en la que miles de fieles católicos acompañan a las imágenes de Jesús y la Virgen María en un recorrido por las principales calles del centro histórico.
Esta procesión se remonta al siglo XVI, cuando los frailes franciscanos organizaron la primera representación de la Pasión de Cristo en América. Desde entonces, se ha convertido en un símbolo de la fe y la cultura poblana, que atrae a visitantes nacionales e internacionales.
La Procesión de Viernes Santo tiene una duración aproximada de cuatro horas y media, y recorre cuatro kilómetros de calles adornadas con alfombras de aserrín, flores y velas. Los participantes visten túnicas moradas o blancas y portan cirios o cruces. Algunos se flagelan o cargan pesadas cadenas como muestra de penitencia.
La procesión está integrada por siete imágenes religiosas. Entre ellas destacan Virgen Dolorosa del Carmen; Nuestra Señora de la Soledad; Jesús de las Tres Caídas; Jesús Nazareno de San José; Señor de las Maravillas; Santo Niño Doctor de Tepeaca que por tercera ocasión lo traerán de Tepeaca y el Señor de la Misericordia.
Para garantizar el éxito de esta tradición, el gobierno municipal de Puebla realiza cada año trabajos de recuperación y mantenimiento de la infraestructura urbana. El alcalde Eduardo Rivera anunció que este año los trabajos estarán listos el 7 de abril, con un avance del 60% hasta el momento.
Asimismo, el gobierno municipal mantiene una comunicación permanente con el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, y el comité integrado por la UPAEP, que se encargan de coordinar los aspectos logísticos y religiosos de la procesión.
La Procesión de Viernes Santo es una oportunidad para conocer y disfrutar de la riqueza histórica, artística y espiritual de Puebla.
Por: Cortesía