La familia Cabrera Sarabia pasó de cultivar marihuana en la Sierra de Durango a convertirse en una pieza clave para Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán e Ismael ‘El Mayo’ Zambada. En vez de disputar la zona, se aliaron con el Cártel de Sinaloa para traficar drogas y brindarse protección mutua.
Con el tiempo, ampliaron sus operaciones hacia Zacatecas y Chihuahua, ganando terreno e influencia.
El ascenso del clan Cabrera Sarabia
Los hermanos Felipe, José Luis, Alejandro y Alberto comenzaron vendiendo marihuana a diversos grupos criminales. Su participación se volvió directa tras una disputa en 2011 con ‘El M-10’, lugarteniente de ‘El Chapo’ en Chihuahua, lo que los llevó a pelear por el control de territorios clave en Durango y el sur de Chihuahua.
Su dominio en la región del Triángulo Dorado los convirtió en aliados estratégicos del cártel. Incluso, según la Sedena, dieron protección a El Chapo en la sierra.
Caídas, relevos y enfrentamientos
En diciembre de 2011, Felipe ‘El Inge’ fue detenido en Culiacán. Su hermano Luis Alberto ‘El Arqui’ lo reemplazó, pero un mes después fue abatido por el Ejército en Canatlán, Durango.
Tras su muerte, José Luis y Alejandro asumieron el liderazgo de la organización, estableciendo vínculos más cercanos con ‘El Mayo’ Zambada.
En medio del conflicto: Los Chapitos vs. La Mayiza
En 2024, durante la lucha interna entre Los Chapitos y La Mayiza, los Cabrera Sarabia quedaron atrapados. El Departamento del Tesoro de EE.UU. los sancionó, congelando sus activos y prohibiendo cualquier trato con ciudadanos estadounidenses.
Narcomantas en Zacatecas, bombardeos con explosivos caseros desde avionetas y volantes con sus rostros en Durango los señalaron como el brazo armado de ‘El Mayito Flaco’, hijo de Zambada.
Vínculos políticos y operativos recientes
En los volantes también apareció el rostro del gobernador de Durango, Esteban Villegas, a quien se acusó de tener nexos con los Cabrera Sarabia. Aunque negó cualquier relación, reconoció que el grupo opera en el estado.
En enero de 2025, la FGR y autoridades locales catearon una propiedad vinculada al clan, donde encontraron explosivos caseros y cartuchos de varios calibres.
Los Cabrera Sarabia han logrado mantenerse como un actor relevante en el narcotráfico mexicano, ahora envueltos en una guerra interna que sacude los cimientos del Cártel de Sinaloa.