Una fuerte movilización policiaca y de emergencia se registró la tarde del lunes 14 de julio en el municipio de Teziutlán, Puebla, tras el fallecimiento de un hombre de aproximadamente 50 años al interior del centro de rehabilitación “Mi Última Esperanza”, ubicado sobre el boulevard del Fresnillo.
Era originario de Teteles y estaba internado por alcoholismo
De acuerdo con los primeros reportes, el hombre era conocido como “René”, aunque aún no ha sido identificado oficialmente. Era originario del municipio de Teteles de Ávila Castillo y llevaba varios días internado por problemas de alcoholismo.
Al momento del hallazgo, ya no contaba con signos vitales. Elementos de Seguridad Pública de Teziutlán acudieron como primeros respondientes y notificaron a la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE) para iniciar el protocolo correspondiente.
Autoridades descartan versiones de violencia
Aunque en redes sociales y entre vecinos se difundieron versiones sobre una posible muerte violenta o por negligencia, autoridades municipales desmintieron dichas acusaciones. Afirmaron que el deceso se debió a causas naturales, específicamente a un posible paro cardiaco derivado de una enfermedad crónica no revelada.
Investigación continúa para esclarecer los hechos
Peritos de la FGE realizaron el levantamiento del cuerpo y ordenaron la necropsia de ley. Hasta el momento, no hay indicios de maltrato físico ni responsabilidad penal por parte del personal del centro, aunque la investigación sigue en curso para confirmar con precisión la causa del fallecimiento.
Este caso vuelve a poner bajo la lupa a los centros de rehabilitación conocidos como “anexos”, cuya reputación en distintos municipios suele estar ligada a quejas por falta de control, opacidad o presuntos abusos.