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Ejecutan al dueño del puesto “El Cochiloko” y a su ayudante tras recibir un falso pedido en Tepanco de López

Un ataque directo a balazos cobró la vida de Omar Ayala Esteban, de 33 años, dueño del negocio de carnitas “El Cochiloko”, y de su empleado Juan Carlos Rodríguez Macario, de 35. Ambos fueron asesinados la tarde del domingo 19 de octubre mientras viajaban en una motocicleta Italika gris para realizar una entrega a domicilio.

El crimen ocurrió en un camino de terracería cercano al puente que cruza la autopista Cuacnopalan-Oaxaca, en los límites de Tepanco de López y Santiago Miahuatlán, al sur del estado de Puebla.

El falso pedido que terminó en tragedia

De acuerdo con las primeras investigaciones, una llamada telefónica solicitó un pedido de carne al local ubicado sobre el bulevar Socorro Romero Sánchez, en la junta auxiliar de San Lorenzo Teotipilco, Tehuacán. Omar y su ayudante salieron a entregar la orden, sin imaginar que se trataba de una trampa mortal.

En el trayecto, sujetos armados los interceptaron y dispararon en su contra. El cuerpo de Omar quedó junto a la motocicleta, mientras que el de Juan Carlos fue hallado a unos 100 metros, ambos con múltiples impactos de bala.

Autoridades investigan ataque directo

Elementos de la Policía Municipal de Tepanco de López y paramédicos locales acudieron al lugar tras el reporte de vecinos que hallaron los cuerpos. Se confirmó que no hubo intento de robo, ya que las pertenencias de las víctimas permanecían intactas, lo que apunta a un ataque directo.

La Fiscalía General del Estado (FGE) de Puebla realizó el levantamiento de los cuerpos y trasladó los restos al anfiteatro municipal de Tehuacán para practicar la necropsia de ley.

Posibles vínculos y líneas de investigación

Fuentes cercanas a la investigación indicaron que el ataque podría estar relacionado con ajustes de cuentas o conflictos locales, aunque por el momento no se ha confirmado el móvil ni hay detenciones.

Trascendió que al establecimiento “El Cochiloko” acudían personas presuntamente ligadas a actividades ilícitas, aunque no existen indicios de que las víctimas estuvieran vinculadas a dichas redes.