La tranquilidad de Coronango, Puebla, se rompió el pasado 7 de agosto, cuando un grupo armado irrumpió en la vivienda de una familia dedicada a la panadería. En minutos, los delincuentes golpearon a los presentes, amarraron a dos mujeres y se llevaron una camioneta Nissan Frontier, dinero en efectivo y teléfonos celulares.
El ataque ocurrió a plena luz del día y dejó a la comunidad con una sensación de vulnerabilidad total.
La respuesta inmediata: salir a las calles
Horas después, decenas de vecinos se concentraron frente al Complejo de Seguridad Pública Municipal para exigir acciones urgentes. La protesta se prolongó durante la noche, incluso bajo la lluvia, y derivó en el compromiso de cerrar la autopista México–Puebla si no había una solución clara.
El panorama: cifras que preocupan
Según datos de la Fiscalía General del Estado, en lo que va de 2025 se han abierto 523 carpetas de investigación en Coronango, un 10.57% más que en el mismo periodo del año pasado. El robo a casa habitación y los delitos contra el patrimonio encabezan la lista.
Demandas vecinales: seguridad sin excusas
Durante la manifestación, los pobladores entregaron un pliego petitorio que incluye:
- Retenes permanentes en accesos y salidas.
- Rondines nocturnos con participación ciudadana.
- Patrullas fijas y presencia policial en zonas críticas.
- Reducción en tiempos de respuesta ante emergencias.
Los acuerdos con la autoridad
El Comisario de Seguridad Pública, Óscar David Vargas Bonilla, aceptó tres medidas inmediatas: rondines con comités vecinales, integración formal de estos grupos y mayor coordinación con el Ministerio Público para agilizar denuncias.
El mensaje final
Vecinos y autoridades coincidieron en que la unión ciudadana será clave para recuperar la seguridad en Coronango. “No podemos vivir con miedo; estamos listos para defender nuestro municipio”, expresó una de las voceras de la protesta.