En el marco del Día Mundial del Huevo, conmemorado el segundo viernes de octubre, México reafirma su posición como cuarto productor mundial, con una producción aproximada de 3 millones de toneladas anuales, según datos de la Unión Nacional de Avicultores (UNA).
Los estados de Jalisco, Puebla, Sonora, San Luis Potosí y Yucatán aportan el 79.9% del volumen total, siendo Jalisco el principal productor nacional. Este liderazgo refleja un modelo de autosuficiencia, innovación y eficiencia productiva, que fortalece la seguridad alimentaria y la competitividad internacional del país.
Producción con estándares de calidad e inocuidad
La inocuidad alimentaria es un eje esencial en la industria avícola mexicana. Las granjas implementan sistemas de control que abarcan desde la alimentación de las aves hasta la recolección, clasificación y empaque, cumpliendo con normas internacionales de calidad.
“Estos estándares aseguran la trazabilidad del producto y reducen los riesgos de contaminación, garantizando la salud pública y el cumplimiento de las regulaciones nacionales e internacionales”, señaló Georgina Romero, Directora de Avicultura y Acuicultura de MSD Salud Animal en México.
Un alimento completo y accesible para todos
El huevo es una fuente natural de proteína de alta calidad, aminoácidos esenciales, vitaminas y minerales fundamentales para el desarrollo físico y mental. Cada unidad aporta aproximadamente 6 gramos de proteína, convirtiéndose en un alimento indispensable para todas las edades.
Romero destacó que el huevo contiene vitaminas A, D, E y K, además de hierro, fósforo, selenio, zinc y colina, un nutriente clave para la salud cerebral y la función cognitiva.
Pilar de la alimentación y la economía mexicana
El Día Mundial del Huevo invita a reconocer su papel en la nutrición, la seguridad alimentaria y el desarrollo económico. Gracias a su densidad nutricional, accesibilidad y versatilidad, este alimento se mantiene como un pilar de la dieta nacional y una fortaleza del sector agroalimentario mexicano.