Cada 18 de octubre, el mundo conmemora el Día Mundial de Protección de la Naturaleza, una fecha que busca concientizar sobre la urgencia de cuidar los recursos naturales, esenciales para la vida y para el desarrollo del ecoturismo sostenible.
Su origen se remonta a 1972, cuando la Organización de las Naciones Unidas (ONU) impulsó la creación de esta jornada dedicada a la preservación ambiental.
La naturaleza, el corazón del ecoturismo
La biodiversidad y los paisajes naturales son el principal motor del ecoturismo, una forma de viajar que promueve el respeto por la naturaleza y el bienestar de las comunidades locales.
Proteger el medio ambiente no solo es una necesidad ecológica, sino también una estrategia económica clave para mantener vivo el sector turístico.
Sin embargo, la deforestación, la contaminación y el cambio climático amenazan los destinos naturales más emblemáticos, poniendo en riesgo tanto los ecosistemas como a las personas que dependen de ellos.
Ecoturismo responsable: una oportunidad para conservar
De acuerdo con Diego Reina Anduze, director del proyecto 7 Maravillas Naturales de América, el ecoturismo bien gestionado puede convertirse en una herramienta poderosa para la conservación, ya que genera incentivos económicos directos para proteger los espacios naturales.
“El futuro del ecoturismo está intrínsecamente ligado a la salud de nuestros ecosistemas. Celebrar este día nos recuerda actuar hoy para garantizar un mañana sostenible”, afirmó Reina.
Acciones para viajeros y operadores turísticos
Viajeros: se les invita a elegir operadores con certificaciones de sostenibilidad, reducir su impacto ambiental, respetar la flora y fauna, y apoyar a las economías locales.
Operadores turísticos: deben aplicar prácticas de bajo impacto, invertir en conservación ambiental y educar a sus visitantes sobre la importancia de proteger la naturaleza.
Un compromiso global con el planeta
Celebrar el Día Mundial de Protección de la Naturaleza es más que una fecha: es una invitación a transformar el amor por viajar en acciones concretas que garanticen que las futuras generaciones sigan disfrutando de la riqueza natural del planeta.