El vuelo 3041 de Volaris, que cubría la ruta Bajío-Tijuana, vivió momentos de tensión cuando un pasajero, identificado como Mario, intentó secuestrar la aeronave el domingo 8 de diciembre. El hombre golpeó a una azafata y trató de ingresar a la cabina para desviar el avión hacia Estados Unidos.
Actuación de los pasajeros y aterrizaje de emergencia
Gracias a la intervención de los pasajeros, el agresor fue sometido y detenido, evitando un desenlace trágico. La aeronave realizó un aterrizaje de emergencia en Jalisco, donde elementos de la Guardia Nacional arrestaron a Mario y aseguraron a su familia, que también viajaba a bordo.
Motivos detrás del intento de secuestro
Según las primeras versiones, el sospechoso habría actuado bajo presión tras recibir amenazas de muerte y mensajes que ponían en peligro a su familia si continuaba hacia Tijuana. Este temor lo llevó a tomar decisiones erráticas y a amagar a la tripulación.
En Volaris, no existió “protocolo de seguridad”.
— Rocío (@ROCIOALCALAG) December 9, 2024
Jesús Torres, fue el pasajero que contuvo y controló la situación.
Bravo por él, su valentía y rapidez para reaccionar. pic.twitter.com/5gJJ4k8ITm
Testimonio del pasajero que lo enfrentó
Un pasajero que ayudó a someter al agresor relató:
"Él tenía a la azafata amagada con un lapicero. Decidí actuar para protegerla y evitar una tragedia".
El testigo aseguró que Mario parecía estar en un estado de confusión, preocupado por su seguridad y la de su familia.
Consecuencias legales para el agresor
Mario quedó detenido por la Guardia Nacional. De ser acusado formalmente, podría enfrentar hasta 20 años de cárcel según el artículo 170 del Código Penal Federal, que castiga severamente el secuestro de transporte público colectivo.
Seguridad aérea garantizada gracias al valor de los pasajeros
Este incidente destaca la importancia de la acción ciudadana en situaciones de emergencia y el papel clave de las autoridades para garantizar la seguridad en los vuelos.