En sus recientes políticas de servicio, WhatsApp especifica que el “respeto a la privacidad” de sus usuarios se encuentra “codificado en su ADN“, pero lo cierto es que las prácticas llevadas a cabo por la compañía parecen decir y especificar todo lo contrario.
Últimamente se han analizado los datos recopilados sobre varias de las aplicaciones pertenecientes a Facebook, entre ellas WhatsApp, y aquellos recogidos por sus competencias directas como lo son Signal e iMessage.
Comparando dos de los servicios de mensajería más utilizados del mundo, WhatsApp y iMessage, vemos que la aplicación perteneciente a Facebook recoge un número de datos mucho mayor, entre ellos algunos relacionados con información financiera, de ubicación, datos identificativos del usuario o historial de compras.
En cambio, iMessage únicamente utiliza datos necesarios para el correcto desempeño de la aplicación, como el número de teléfono o la dirección de correo electrónico del usuario, así como el identificador único del dispositivo.
La diferencia es aún más notable cuando se compara WhatsApp con Signal, la app de mensajería ultrasegura recomendada –y respaldada– por uno de los fundadores del propio WhatsApp. Y es que este servicio no recopila ningún tipo de información asociada al usuario, a diferencia de las apps de Apple y Facebook.
Aún más sorprendente es la cantidad de metadatos recopilados por Facebook Messenger, pues la lista de datos asociados al usuario que recopila la aplicación parece no tener fin.
Y aunque a estas alturas ya no sorprende demasiado que las aplicaciones de Facebook abusen de su posición para recopilar la mayor cantidad posible de datos.
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