Facebook ha sido demandada por Estados Unidos, debido a prácticas anticompetitivas relacionadas con la compra de WhatsApp e Instagram, y las medidas llevadas a cabo por la compañía de la red social al limitar la libertad de los desarrolladores de terceros al trabajar con sus APIs y tecnologías.
Una de las consecuencias que podrían darse, derivadas de esta demanda, sería la obligación de Facebook de deshacerse de dos de sus activos más valiosos: Instagram y WhatsApp. Dando a entender que es posible que WhatsApp deje de ser propiedad de Facebook.
Fue en febrero de 2014 cuando Facebook desembolsó 19.000 millones de dólares para comprar WhatsApp, la que en su día era la aplicación de mensajería instantánea líder a nivel global, y que durante años se ha mantenido en lo más alto de su categoría.
Aunque los organismos reguladores vieron con buenos ojos la compra en un principio, con el paso de los años se ha determinado que en realidad la compra ha supuesto grandes impedimentos a la competencia. Por ello, se plantea la posibilidad de deshacer esta adquisición de modo que WhatsApp e Instagram vuelvan a ser compañías independientes.
Facebook alega en su defensa que, de no ser porque en su día la compañía decidió hacerse con el poder de estas dos compañías, probablemente ni Instagram ni WhatsApp hubieran llegado a ser lo que son hoy.
