Tlaxcala, Tlax.- Durante la primera edición de L’Étape Tlaxcala by Tour de France, visitantes de distintos estados del país quedaron maravillados con la riqueza cultural, gastronómica y turística del estado más pequeño de México.
El estado más pequeño, con un gran legado que compartir
Alfonso Castañeda Berezowski, originario de la Ciudad de México, acompañó a su hija Andrea, quien participó en la ruta larga. Señaló que Tlaxcala posee una gran historia y una variada oferta de sitios turísticos, como sus pueblos mágicos, zonas arqueológicas, el Santuario de las Luciérnagas y el arte textil de Chiautempan.
“En la Ciudad de México se venden muchísimos tacos de canasta que nacieron en Tlaxcala. Aquí hay museos, iglesias, excelente gastronomía y un trato muy cálido”, expresó.
Tlaxcala en el mapa internacional gracias al ciclismo
Narciso Hernández Torres, originario de Nopalucan, Tlaxcala, celebró la realización del evento, ya que permite proyectar al estado a nivel mundial.
“Nos inspiran los uniformes, las bicicletas, todo el colorido del evento. Me gustaría que se hicieran más competencias como esta, para que las nuevas generaciones se motiven a practicar el ciclismo”, compartió.
Una ciudad tranquila con mucho por ofrecer
Karen Jacqueline Galaviz González, de la CDMX, consideró que la participación de Tlaxcala en este evento internacional impulsa el turismo local.
“Es la primera vez que Tlaxcala es sede de este tour. Es una ciudad bonita, tranquila, con mucha cultura y buena comida. Me encanta que la hayan tomado en cuenta”, comentó.
Tlaxcala, destino ideal para el turismo nacional
Jacqueline Rodea Rodríguez, también de la capital del país, resaltó la acogida cálida de los tlaxcaltecas y la limpieza de sus calles.
“Es un lugar pintoresco, con arquitectura típica y deliciosa comida. Hasta que visitamos estos lugares, valoramos lo que tenemos en México”, afirmó.
Primer visita, muchas razones para volver
Ana Flores Sánchez, quien acompañó a su hijo en la ruta corta, mencionó que esta fue su primera visita a Tlaxcala y que planean regresar pronto.
“Nos encantó su cultura, el arte, sus iglesias y la seguridad. La comida es deliciosa. Sin duda volveremos”, concluyó.
El paso de L’Étape por Tlaxcala no solo significó una fiesta del ciclismo, sino también una oportunidad para que visitantes redescubrieran la riqueza patrimonial, la hospitalidad y el valor turístico de esta entidad que, aunque pequeña en tamaño, es inmensa en historia y encanto.
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