Tlaxcala. En los municipios de Nanacamilpa y Calpulalpan no hay lluvias desde hace tres años, lo que ha ocasionado que en los recorridos organizados para poder presenciar a las luciérnagas exista un desfase en el avistamiento de los insectos luminosos.
Turistas acuden a la actividad en el bosque, con las protecciones sanitarias obligatorias, pero los avistamientos de las luciérnagas no se han presenciado como se esperaba cuando inició la temporada, hace 18 días, pues hay muy pocas luces comparadas con el año 2018.
Las luciérnagas suelen salir aproximadamente unos 90 minutos después de las 20:00 horas, mientras que haya humedad y una baja temperatura en el bosque, en este bosque no han presenciado lluvias durante los veranos desde hace 3 años.
Habitantes de la zona explicaron que las luciérnagas viven en medio de un bosque estresado, compartieron que Gisela Lucero Zepeda, exgerente de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), aunque les brindará su apoyo para conservar y reforestar el bosque, este ha comenzado a sufrir ya que hay ausencia de lluvias.
“Vemos que en las ciudades inundan, pero aquí no es parejo el temporal, tenemos atraso en los cultivos de cebada y maíz”, expresó una de las personas.
De igual manera compartieron que la sequía ha comenzado a evidenciar los estragos entre las coníferas de ocotes y que en más baja altitud, lejos de los bosques de oyamel, ubicados sobre los dos mil 800 metros sobre el nivel del mar, los frondosos pinos comienzan a debilitarse. En cuestión de días, el descortezador se reproduce, alimentándose de la savia de la corteza de los árboles, hasta secarlos.
“Desde 2013 no tenemos incendios, hay permiso para explotar comercialmente la madera del bosque, pero preferimos reforestar y preservar, antes que cortar la madera”, explicó con preocupación recalcando la ausencia de las lluvias.
