Tlaxcala, Tlax., A dos años del arranque formal del proceso electoral para renovar la gubernatura de Tlaxcala, en el partido Movimiento Regeneración Nacional (MORENA) ya se perfilan fracturas internas entre dos de sus figuras más visibles: la presidenta estatal Marcela González Castillo y la senadora Ana Lilia Rivera Rivera.
Luego que esta última ha denunciado ser excluida de las convocatorias del Comité Ejecutivo Estatal, pese a ser fundadora del movimiento y contar con una estructura sólida en el estado.
Rivera Rivera, quien desde hace casi tres décadas ha promovido los principios de la llamada Cuarta Transformación, señaló que nunca ha sido invitada a las reuniones del comité morenista en Tlaxcala, aunque aseguró, que no le impide mantenerse cercana al pueblo.
“Las reglas las pondrá el pueblo y el Comité Nacional, no quienes están tomando decisiones a espaldas de los liderazgos que construyeron este movimiento”, declaró.
En contraste, Marcela González ha insistido en que habrá piso parejo y que no favorece a su esposo, el alcalde capitalino Alfonso Sánchez García, aunque en actos públicos es a quien más menciona.
La omisión de otros perfiles, como el diputado federal Raymundo Vázquez, ha generado molestia en diversas regiones y alimenta el riesgo de una ruptura interna en un partido que, hasta ahora, había presumido cohesión.