La Red Puebla de Periodistas exigió a los gobiernos municipal y estatal garantizar la seguridad de las y los periodistas, el derecho de estos a ejercer libremente su profesión y el derecho de la ciudadanía a informarse.
Lo anterior derivado tras las agresiones e intimidaciones que sufrieron activistas y reporteras en el marco de la Auditoria de Caminabilidad Ciudadana con Perspectiva de Género en calles del centro histórico de Puebla.
A través de un comunicado dirigido a Guillermo Pacheco Pulido, gobernador interino de Puebla, la Red Puebla de Periodistas condenó la intimidación y violencia que sufrió la reportera del periódico El Popular Diario Imparcial de Puebla, Alba Espejel Linares, por parte de vendedores ambulantes del centro histórico de Puebla, el pasado 9 de marzo de 2019.
En la carta, especificaron que la reportera acudió a cubrir la primera auditoria de camibalilidad en la que participaron 20 mujeres, entre ellas, activistas e incluso dos funcionarias municipales, Beatriz Martínez Carreño, Secretaría de Desarrollo Urbano y Sustentabilidad Municipal y la Secretaría de Movilidad Municipal, Alejandra Rubio Acle.
La actividad dio inicio en la plazuela Sor Juana Inés de la Cruz situada en la 4 poniente y 5 norte; donde avanzaron sobre la 5 norte, posteriormente bajaron por la 10 poniente y al llegar a la 3 norte, el grupo de mujeres, quienes fueron confundidas por periodistas, fueron interceptadas por un grupo de vendedores ambulantes.
Alrededor de seis ambulantes rodearon a las activistas y les preguntaron: "¿Por qué están grabando? ¿Qué documentan? ¿Son reporteras y nos quieren sacar de aquí? Pues ya saben de antemano que no nos van a sacar”, narró Alba Espejel.
Las activistas hablaron con los vendedores ambulantes y les aclararon que estaban ahí por un proyecto de movilidad.
“Caminamos tres negocios cuando vimos que unas chicas corrieron, volteamos y veo que esos seis vendedores ya eran como 20, incluso había mujeres, y empezaron a jalonear a las chicas, incluso las tiraron, las patearon, a otras les quitaron sus lentes, les jalaron el cabello. Yo entré en pánico y me escondí en una zapatería. Guardé mis cosas. Después llegó una patrulla y yo salí, en ese momento una señora, que era vendedora informal, me preguntó si yo era reportera. Yo le contesté que sí. Ella me dijo, ‘ya te ubicaron, yo te sugeriría que te vayas, porque escuché que a la siguiente que van a madrear es a la de florecitas’ y yo era la única vestida así. En ese momento me subí a la patrulla y me trasladaron a otro punto”, describió la reportera.
La Red Puebla de Periodistas documentó 45 agresiones a comunicadoras de julio de 2014 a la fecha, la mayoría de los casos ocurrieron en la ciudad de Puebla.
Finalmente, la agrupación solicitó a la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (Feadle) atraer el caso de Alba, y de ser posible, brindarle medidas cautelares.
