Por: Cortesía

Puebla

Quién era el bebé hallado en penal de Puebla y cómo murió; se comienzan a responder las preguntas del fatal suceso

Se llamaba Tadeo. Nació el 4 de octubre de 2021, y murió tres meses después por problemas intestinales el 6 de enero fue enterrado en un panteón de Iztapalapa. Sin más historia, éste menor se convirtió en el centro de la tragedia en México.

El 10 de enero en el Centro de Reinserción Social de San Miguel, en Puebla —con 4 mil 864 reos— se encontró el cuerpo de Tadeo en un depósito de basura. Su identidad se conoció una semana después, que los padres del bebé sospecharon que podía tratarse de su hijo. Cuando acudieron al cementerio se toparon son la realidad: el cadáver de su bebé había sido robado.

En su cuenta de Twitter, la directora de la organización civil Reinserta, indicó que a pocos días de conocerse el hallazgo del bebé en el penal de San Miguel, de la capital de Puebla, fue cuando papás sospecharon que podría haberse tratado de su hijo.

Por ello, fueron al panteón para pedir una explicación, pero ahí los amenazaron al ver que el cadáver del bebé ya no estaba.

“En el panteón los amenazaron a que se quedaran callados. Hoy los papás están en la Fiscalía exigiendo reconocer el cuerpo del menor”, aseguró Niño de Rivera.

Ante ello, la activista cuestionó cómo es que el bebé fue llevado al penal de San Miguel, cómo ingreso al reclusorio y cómo es que las autoridades no se dieron cuenta de que el menor entró y nunca salió.

“Todo esto exige respuestas de las autoridades”, reiteró.

Tadeo tenía una incisión en el abdomen y llevaba puesto un brazalete del hospital que advertía que había fallecido solo unos días antes de su hallazgo en el Cereso. Las versiones posibles son todas insólitas: el bebé pudo ser utilizado como “mula” para transportar droga.

La organización Reinserta ha atraído el caso y ha informado que el bebé fue enterrado el 6 de enero en el panteón San Nicolás Tolentino, en la delegación Iztapalapa, de donde fue sustraído. Las autoridades, quienes se han pronunciado a cuentagotas sobre el caso, han dicho que se trata de un espectáculo de las organizaciones civiles.

Antes de la pandemia, los menores de edad necesitaban un pase para visita familiar de las personas privadas de la libertad. Este, podía ser tramitado a partir del acta de nacimiento (original y copia) y una constancia de la escuela, en caso de tenerla. Asimismo, era obligatorio una responsiva de un familiar de línea directa.

En México, fueron asesinados 822 niños durante la pandemia, pero el caso de este pequeño ha sido uno de los que más ha conmocionado al país. El recuerdo de lo que ocurrió a la niña Ángela, abandonada en una maleta en 2015, hizo pensar que se trataba de otra brutalidad contra un menor.

Entre los cuestionamientos de las organizaciones de derechos humanos destacan:

-¿Qué registros tienen que sustenten el ingreso del bebé al penal?

-Si el bebé fue ingresado al penal en calidad de visita ¿cómo no se dieron cuenta que no había egresado?

-¿No hubo registro de su egreso?

-En caso de no contar con su registro de egreso, ¿por qué no se aplicaron los protocolos y acciones necesarias a fin de encontrar a aquel bebé?

-¿Por qué se permitió el ingreso de este bebé si actualmente está prohibido debido al incremento de casos covid-19 en la entidad?

-¿Por qué el cuerpo del bebé tenía una incisión en el abdomen?

-¿Cómo pudo transportarte el cuerpo del bebé desde el ingreso al Centro hasta el basurero del penal?

-¿En qué partes del penal conviven las niñas y niños que visitan el centro por tener a algún familiar en el Penal de San Miguel?

-¿Las autoridades penitenciarias del Centro no tienen control del área del basurero?