En una operación coordinada y simultánea, fuerzas de seguridad estatales y federales detuvieron a cuatro presuntos integrantes de La Barredora, grupo delictivo ligado al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), por su presunta participación en ataques con explosivos caseros en la zona metropolitana de Puebla.
Operativos simultáneos: balaceras, persecuciones y cateos
Las detenciones ocurrieron la tarde del miércoles 2 de julio en dos puntos clave:
- Bosques de San Sebastián, en la capital poblana
- San Francisco Ocotlán, municipio de Coronango
Durante los cateos realizados por elementos de la Fiscalía General del Estado (FGE), Policía Estatal, Marina, Guardia Nacional y Policía Municipal, se escucharon disparos, hubo persecuciones, impactos de bala en patrullas y choques menores, aunque no se reportaron lesionados.
Los detenidos son tres hombres y una mujer, presuntamente vinculados al atentado con granadas ocurrido el pasado lunes en San Antonio Mihuacán, donde fueron activados explosivos de manera remota junto a un vehículo que contenía restos humanos desmembrados.
Los explosivos y su objetivo: un comandante de la FGE
Según reportes extraoficiales, los explosivos del lunes iban dirigidos al comandante Gustavo Alonso González Zapata, alias “Sauce”, titular de la Coordinación de Investigación de Homicidios Dolosos de la FGE.
El atentado dejó dos policías municipales heridos, una de ellas de gravedad, y provocó una alerta máxima en la región. Se localizaron seis artefactos explosivos; solo dos estallaron y el resto fue asegurado.
Vinculación con otros hechos delictivos
Los detenidos también estarían relacionados con otros hechos de violencia recientes, incluyendo el hallazgo de restos humanos y vehículos abandonados en zonas residenciales como Strata y Misiones de San Francisco.
Las autoridades señalan que estos operativos forman parte de una estrategia para desarticular células criminales que operan en Puebla y municipios conurbados.
Fiscalía mantiene reserva sobre identidades
La FGE aún no ha proporcionado detalles oficiales sobre los detenidos, aunque los clasifica como objetivos prioritarios por su alta peligrosidad. Las investigaciones continúan para determinar su participación en otros delitos de alto impacto.
Con estas acciones, el Gobierno de Puebla reafirma su compromiso con la seguridad ciudadana, frente a una escalada del crimen organizado que ha encendido las alertas en la entidad.
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