Por: Cortesía

Puebla

Avanzan Ley Monzón y Ley ácida en Puebla, la respuesta al perfil de un feminicida

La Comisión de Procuración y Administración de Justicia del Congreso del Estado de Puebla ha aprobado la Ley Monzón, la cual consiste en retirar los derechos de patria protestad a padres sentenciados por feminicidio e intento de feminicidio en contra de la madre.

Con esta ley se busca salvaguardar la integridad de los hijos mientras que el presunto feminicida concluya su proceso de sentencia. Sin embargo, si el sujeto es declarado inocente podrá recuperar ese derecho.

En caso de ser declarado culpable, los hijos permanecerán bajo el cuidado de los familiares de la víctima.

La Ley Monzón surge con el asesinato de la activista Cecilia Monzón, quien fue asesinada el pasado 21 de marzo del 2022 en el municipio de San Pedro Cholula mientras conducía su vehículo, cuando 6 hombres en motocicleta le arrebataron la vida luego de dispararle 6 veces. El autor intelectual de este feminicidio fue el político Javier López Zavala, su ex pareja.

Se espera que la Ley llegue a pleno el próximo 2 de marzo, aunado a esto, también se aprobó la llamada Ley ácida, la cual tipifica la violencia contra la mujer por daños causados por sustancias corrosivas, inflamables, tóxicas, etc. A la cual se ha propuesto un castigo de hasta 40 años de cárcel.

El perfil de un feminicida

El psicólogo e investigador forense en casos de feminicidios en México Aurelio Coronado, explica que el llamar “monstruo” a un feminicida “es un error, porque se dejan de lado los factores sociales y estructurales que están alrededor del feminicidio. Y se centra la historia en los detalles morbosos de los hechos de este tipo de crímenes en lugar de las dinámicas de poder donde se dan las historias de las víctimas”.

No existe un perfil específico para un feminicida, ya que todos los casos son diferentes. Sin embargo, el Instituto de Mujeres ha dado a conocer una serie de características en el individuo que podrían catalogarse como alertas, ante una latente situación de violencia como el feminicidio.

  • Personas violentas y celosas. Se vive una violencia incontrolable. Reaccionan con excesiva violencia ante cualquier situación que ponga en riesgo su "superioridad".
  • Consumo de drogas. Un gran número de los ataques que se han perpetrado contra mujeres han sido bajo la influencia de drogas o alcohol.
  • Complacencia social con la violencia. Crecieron en un contexto social en el cual la violencia contra las mujeres se celebra y se incentiva, tienen comportamientos que pueden desencadenar en violencia feminicida.
  • Sujetos que han tocado a una mujer indebidamente, sin consecuencias jurídicas, con ello incrementan su nivel de agresión y puede llegar a cometer un feminicidio.
  • Muestran un odio irracional hacia las mujeres y son propensos ejercer violencia extrema.
  • Machismo exacerbado. Consideran a la mujer como un ser inferior.
  • Cultura patriarcal. Viven en un entorno en el que constantemente se minimizan los derechos de las mujeres únicamente por cuestiones de género, constituyen un foco rojo.

El doctor Adolfo Sarabia, especialista en psicoanálisis y profesor de la Universidad Iberoamericana explica que también existe otro factor que los religiosos denominan como “el ser malvado”, y que en psiquiatría y psicología se define como la falta de límites o individuos perversos, que disfrutan con el dolor de los demás.

“No es la mayoría de la población, pero hay ciertas personas que son avariciosas, perversas, poco empáticas, con un súper ego o súper narcisistas, con sentimientos de ser un dios frente a los otros, que no tendrán ningún empacho en dominar y hacer sentir dolor, lo que a ellos les causará placer”, afirmó.

Por otro lado, la psicóloga y fundadora del Centro de Promoción y Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos (Promsex) asegura que “La vacuna contra la violencia de género es la educación. Hay que luchar en el ámbito preventivo para evitar que se reproduzcan los comportamientos machistas porque cuando actúa la justicia o la policía, el daño ya está hecho”.

Todas las poblanas en situación de riesgo o violencia pueden acudir a las oficinas de Puerta Violeta que se ubican en la 16 sur 3911 de la colonia Anzures o llamar a los teléfonos 22 22 14 00 00, extensión 225, o al 911 que funciona las 24 horas.