Puebla, Pue.– El arzobispo Víctor Sánchez Espinosa criticó que, pese a los discursos oficiales, la brecha entre ricos y pobres en México no se ha reducido, sino que se ha profundizado, generando mayores carencias y limitaciones para millones de familias.
Desde la Catedral de Puebla, señaló que las estadísticas gubernamentales contrastan con la realidad cotidiana de hambre, enfermedades, aislamiento social y falta de condiciones para una vida digna.
Como ejemplo, mencionó la crisis en el sistema de salud público, donde el desabasto de medicinas y la atención deficiente afectan de manera más severa a quienes no tienen recursos para recurrir a clínicas privadas. “Una persona pobre queda sin posibilidad de recuperar su salud”, lamentó.
El prelado advirtió que muchas familias enfrentan estas carencias con rostros de angustia y desesperanza, incluso llegando a la muerte sin recibir la atención que necesitan.
Finalmente, exhortó a los poblanos a no ser indiferentes ante la desigualdad y a comprometerse en acciones solidarias que ayuden a quienes más lo requieren.