Carlos y Alejandro Martínez, jóvenes mexicanos detenidos en el centro migratorio Alligator Alcatraz en Florida, fueron liberados tras permanecer en condiciones inhumanas. Su padre, Carlos Martínez, expresó su agradecimiento por el apoyo recibido.
“Cuando mis hijos salieron de Alcatraz, no salieron solos: ¡salieron con camiones llenos de mexicanos!”, declaró emocionado desde el consulado de México en Orlando.
Condiciones extremas en Alligator Alcatraz
El padre relató que sus hijos, detenidos por una falta menor de tránsito, fueron tratados como criminales: esposados de pies y manos incluso durante las comidas, bañados cada cuatro días y expuestos a mosquitos y temperaturas extremas.
“Es una congeladora de prisión”, denunció, criticando el trato recibido en el centro.
Proceso legal sin claridad ni derechos
A pesar de haber pagado una fianza, el 16 de julio fueron trasladados a Alligator Alcatraz y permanecieron ahí sin acceso claro a un juez ni a una corte migratoria. La abogada Andrea Reyes, del Programa de Asesorías Legales Externas (PALE), relató:
“Estuvieron esposados al piso por casi 11 horas. Comieron sin que les quitaran las esposas. No les entregaron copia del documento de salida voluntaria”.
Regreso a México sin certezas legales
El 26 de julio fueron informados de su salida. Volaron de Miami y llegaron a Matamoros el 27 de julio, aún esposados durante el trayecto. Se les devolvieron sus pertenencias, excepto la visa de Carlos, aunque sí recibió su pasaporte y licencia.
Más mexicanos bajo detención
La Secretaría de Relaciones Exteriores sigue de cerca la situación de 14 mexicanos más detenidos en este centro. La posibilidad de que se construyan más instalaciones como Alligator Alcatraz en EE. UU. ha generado preocupación entre defensores de derechos humanos.