La Fiscalía Especializada en Delitos contra Animales, Ambiente y Ecosistemas ha iniciado una investigación tras la denuncia que circula en redes sociales sobre una práctica inhumana ocurrida en el municipio de Calkiní, Campeche.
En el evento, se utilizó a animales silvestres vivos como parte de una supuesta tradición local, introduciéndolos dentro de piñatas de barro que eran golpeadas y destruidas ante la presencia de menores.
Una “tradición” que en realidad es delito
El fiscal Alexandro Brown Gantús calificó el hecho como una “barbarie” y dejó en claro que no se trata de una tradición, sino de un delito federal.
“Esta práctica no solo es inaceptable, sino que podría derivar en penas de hasta 10 años de cárcel”, advirtió el funcionario.
El evento fue identificado en el barrio de Kilakán, donde habitantes introdujeron iguanas, zorros y serpientes vivas en cantaritos de barro. Al romper las piñatas, los animales caían al suelo y eran perseguidos, pisoteados y golpeados, principalmente por niños, como si fueran pelotas.
Impacto social y psicológico en menores
Brown Gantús señaló que este tipo de actos son especialmente graves por la participación de menores, quienes podrían normalizar la violencia y el maltrato animal desde temprana edad.
En redes sociales, miles de personas han expresado su indignación y repudio, mientras que organizaciones defensoras de animales exigen sanciones ejemplares.
Autoridades locales bajo la lupa
El fiscal informó que, en conjunto con la PROFEPA, ya se iniciaron diligencias legales no solo contra los organizadores, sino también contra autoridades municipales que presuntamente permitieron el evento.
“No se puede permitir que bajo el pretexto de costumbres se cometan actos de crueldad”, declaró Brown Gantús.
Las autoridades prometieron que habrá consecuencias legales y exhortaron a la ciudadanía a denunciar este tipo de actos, que representan una clara violación a los derechos de los animales y a la legislación ambiental vigente.