El productor musical Ángel del Villar, fundador de Del Records, fue sentenciado a cuatro años de prisión por violar la Ley de Designación de Cabecillas Extranjeros del Narcotráfico, conocida como Ley Kingpin. Además, su empresa y él deberán pagar multas millonarias.
Vínculos con el narcotráfico
Desde 2018, Del Villar mantuvo relaciones comerciales con Jesús Pérez Alvear, promotor musical sancionado por el gobierno de Estados Unidos por lavado de dinero para el CJNG y Los Cuinis. Pérez Alvear fue asesinado en diciembre de 2024 en Ciudad de México.
Cronología de los hechos clave
Abril 2018 – Primer concierto con Pérez Alvear
Un artista de Del Records participó en un evento en Aguascalientes organizado por Pérez Alvear. Del Villar cubrió gastos de vuelos privados para la presentación.
Junio 2022 – Arresto de Del Villar y Luca Scalisi
Autoridades estadounidenses detuvieron a Del Villar y a Luca Scalisi, director financiero de Del Records, por violar la Ley Kingpin, prohibiendo negocios con personas vinculadas al narcotráfico.
Diciembre 2024 – Asesinato de Pérez Alvear
Jesús Pérez Alvear fue asesinado en un restaurante en Polanco. Tenía cuentas congeladas en EU por lavado de dinero y se declaró culpable de conspiración por tráfico de bienes de narcotraficantes sancionados.
Marzo 2025 – Testimonio de Gerardo Ortiz
El cantante Gerardo Ortiz declaró que Del Villar lo presionó para presentarse en 19 conciertos organizados por Pérez Alvear, a pesar de las sanciones estadounidenses.
Marzo 2025 – Veredicto de culpabilidad
Un jurado en Los Ángeles declaró culpable a Del Villar de múltiples cargos, incluyendo violaciones a la Ley Kingpin y conspiración, mientras él optó por no colaborar como informante del FBI.
Agosto 2025 – Sentencia y multas
La jueza Maame Ewusi-Mensah Frimpong lo condenó a 48 meses de prisión, multa de dos millones de dólares y tres años de libertad condicional. Del Records fue sancionada con 1.8 millones de dólares.
Otros involucrados
El Departamento del Tesoro también sancionó a Ricardo Hernández Medrano, conocido como El Makabelico, por presuntamente usar conciertos para lavar dinero, reavivando el debate sobre la relación entre la música regional mexicana y redes criminales.