It’s a Joke

Se pone buena la trama en Estados Unidos luego de que va el juicio de destitución, o Impeachment, contra la bestia naranja, luego de que un ‘soplón’ emitiera una queja en contra del ejecutivo gringo por haber sobrepasado los límites en lo que a su poder respecta. El cuerpo del delito resulta ser una llamada con su homólogo ucraniano en la que solicita que se investigue al hijo del que podría ser su contrincante en las elecciones del año que viene, de esta manera, pretende desacreditarlo, como otrora lo hizo con Hillary Clinton hace tres años, y que resultó ser un caso muy sonado conocido como el ‘Russia Gate’. Lo que ocurre hoy en el vecino país del norte no es para nada insignificante, si consideramos que en su historia como país independiente, ningún gobernante a nivel presidencial ha sido sometido a un juicio político.

            Hay que considerar varias situaciones para comprender lo que está sucediendo. Primero, hay que ir un par de años al pasado en lo que se refiere al conflicto que hubo entre Ucrania y Rusia cuando el movimiento separatista de Crimea pretendía anexarse a la potencia europea. Estuvo a nada de estallar una guerra entre estos dos países por el susodicho territorio, aunque al final se terminó por anexarse a la República Federal de Rusia, pues los habitantes de la península de Crimea no estaban muy de acuerdo con el gobierno en Kiev.

A ello, siguieron una serie de acuerdos en los que los rusos y ucranianos colaborarían juntos para el desarrollo de ambos países y así evitar la guerra, a la que los americanos estaban más que listos para entrar, pues resultaba más que estratégico y conveniente ayudar a Ucrania y usar Crimea para poder implantar bases militares gringas prácticamente a las puertas de Rusia, ya que la dicha península se encuentra justamente entre ambos países europeos, en el Mar Negro. Esto todavía en tiempos de Obama; pero como los gringos difícilmente quitan el dedo del reglón, y mucho menos una persona como Trump, acostumbrado a los negocios, y de acuerdo con acciones propias de su cargo como jefe de estado, alimentó sus relaciones con Ucrania luego de que en este año, hubiera elecciones y un cambio de régimen.

Fue con Zelensky, el nuevo presidente ucraniano con el que Trump tuvo contacto para felicitarlo en primera instancia, y luego decirle que en él tenía a un amigo para ayudarlo con los problemas en su país. Pero, con la voracidad bestial que caracteriza a un hombre de negocios, por supuesto que ello implicaría ciertas condiciones. Es decir, Estados Unidos tiene cierto presupuesto destinado para apoyar negocios de americanos, sobre todo petroleros, que ayudan a la economía de Ucrania, y a los cuales Trump pretende condicionar si es que Zelensky no emprende una investigación por corrupción en los negocios en los que el hijo de Biden, vicepresidente con Obama, y posible candidato a contender por la presidencia el año entrante. Esto, de acuerdo con la ley en Estados Unidos es prácticamente traición a la patria, pues nadie puede solicitar que ningún gobierno foráneo interceda en elecciones, y menos si se trata de las federales.

Lo segundo que hay que entender es el contexto interno de Estados Unidos. La opinión, no sólo en el país del norte sino en el mundo, es qué tanto puede beneficiar o perjudicar la campaña política de Trump para el año que entra. Así, hay que fijarse en cómo funcionan los Congresos allá en el norte. Por un lado está la Cámara de Representantes, cuyo similar sería la de Diputados aquí en México, y cuya mayoría es Demócrata, facción que es contraria al partido que postuló a Trump en 2016. Es esta la Cámara que puede solicitar el juicio político, y una vez que se acuerda, pasa a la Cámara de Senadores, cuya mayoría es del partido Republicano al que pertenece el Presidente, y que se encargará de ejecutar el Impeachment.

Así que por un lado, la Cámara de baja, representante del pueblo estadounidense intentará demostrar que el presidente infringió la ley federal electoral, mientras que la de Senadores, que representa a los Estados, intentará defenderlo. Por eso es que Trump se refiere con ‘It’s a Joke’ (Es una burla) a toda intención por parte de los Demócratas de inculparlo, pues quien da el veredicto final es en donde tiene mayoría. Por un lado, el desprestigio que puedan lograr los Demócratas en el electorado, puede afectar gravemente la candidatura del presidente, y también la de representantes en las cámaras por parte de los Republicanos, pues si cambian las tendencias perderían prácticamente las mayorías. Pero, si por otra parte logran sacar impune a Trump, los demócratas perderían mucho del apoyo que puedan tener del electorado el año entrante.

Resulta una moneda en el aire. Pero lo que sí es certero es que las probabilidades de la destitución de Trump son muy bajas, y lo más probable es que logre la reelección por más que le duela al pueblo gringo y al mundo entero, pues son las decisiones de una persona tan retrógrada y tan poco pensante las que afectan la economía de muchos países, y más al nuestro al ser su vecino y a Centroamérica, pues no es para nada insignificante lo que dijo al agradecer el apoyo por parte del gobierno mexicano (y que no puede obtener por parte de los Demócratas en la Cámara de Representantes). Literalmente dijo que está usando a México para militarizar nuestras fronteras sur y norte y así tener un mayor control de la migración que vienen desde los países centroamericanos hacia Estados Unidos.

La situación entonces es qué tanto se divide la opinión y el juicio en la Cámara de Senadores sobre este tema de vital importancia para la vida democrática de Estados Unidos, pues de quedar el antecedente puede resultar muy perjudicial en futuras elecciones e incluso, volverse un problema de seguridad nacional ya que el país más poderoso del mundo permite que otros países puedan interferir en sus elecciones, lo que provocaría que la democracia que tanto defienden alrededor del mundo, y por la cual han desatado guerras en las que han muerto miles de inocentes, se devele como la gran falacia que han querido mantener durante muchos años para continuar con su negocio bélico y armamentístico del cual se benefician ampliamente, no sólo en temas de invasión, sino política y económicamente. Cada vez más se nota la decadencia de quienes gobiernan el mundo al recurrir a prácticas que resultan retrógradas y que amenazan la paz.

El Diáfano     

 

Por: Cortesía

Columnistas

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