Por: Cortesía

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Funcionarios, no lacayos.

Hace unos años me tocó conocer a uno de los lacayos mayores y sus lacayitos, muchos de ellos sin preparación, evidentemente, cabe aclarar que conozco muchas personas sin preparación pero muy educadas, ellos no son el caso, viviendo de cerca toda la situación me quedó muy en claro que tomando poder que con toda la confianza había otorgado nuestro superior hacían abuso de ella, honestamente dudo mucho que el superior esté enterado de todas las fechorías y abuso de poder que han llevado a cabo, en cuanto a las lacayitas que por supuesto eran parte del grupo porque eran las novias o accedían ante ellos, ¡intocables se sentían!, ¡intocables eran!, tratando mal a quien podían.

Obviamente al no pertenecer a su grupo o no acceder a sus propuestas o actos, implica no tener privilegios, que intenten bloquearlos o que se metan en su trabajo sin importar saltarse una orden de su superior.

Estas personitas ya presentan varios problemas con funcionarios que no han querido formar parte de su grupo, varios enemigos e incluso empresarios bastante molestos por no haber cumplido acuerdos.

Han utilizado cargos públicos dentro de la administración para poder colocar a sus más cercanos; aun sin tener un perfil idóneo, o por intercambios personales. 

Hoy escribo acerca de este tema porque si bien sabemos normalmente se mueve así dentro de la función pública y los políticos, estos sujetos si han abusado más allá.

Queremos gente que busque el porvenir de la ciudadanía como siempre se los he dicho, funcionarios, no lacayos, gente que esté preparada para estos cargos públicos, no estar ahí por lo de siempre intereses propios, por un hueso, por hambre de poder.

Ya basta de esos grupos que solo le hacen daño a la función pública y a los ciudadanos.

 

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