Caso Cienfuegos: suicidio político.

Foto: Cortesía

Como premisa del presente escrito, cabe destacar y aclarar que esta columna no representa la opinión de Periódico Enfoque, sino únicamente la opinión de su escritor, Jaffeth Marín.

Anabel Hernández es una periodista de primera categoría; su enfoque es la investigación periodística entorno a temas excesivamente mediáticos que son revelados y postulados en sus diversos libros, libros que incluso le han provocado tener que salir del país huyendo del gobierno en algunas ocasiones. Hace apenas un año en Diciembre de 2019 publicó “El Traidor. El diario secreto del hijo del Mayo”. En los relatos de dicho libro (el cual recomiendo ampliamente) se detalla de manera fidedigna y sustentada, el modus operandi de las estructuras de poder político y criminal que realizan lo necesario desarrollar el narcotráfico de manera satisfactoria, y sobretodo, gozar de las jugosas ganancias. Para darnos una ligera idea de lo que ilustra este magnífico libro, según documentos oficiales a los que tuvo acceso Anabel, nos muestra cómo se trasladaba la droga a través de aviones, túneles, personas, autos, barcos, submarinos, trenes, camiones de Bachoco y hasta en transportes oficiales de PEMEX…¡SÍ, transportes de Pemex!

De esta manera, la periodista Anabel Hernández nos volvió a recordar que la realidad siempre supera la ficción.

Hace un par de días, Anabel ofreció diversas entrevistas a medios de comunicación independientes con respecto a la liberación de Salvador Cienfuegos; en primer lugar mencionó que Salvador Cienfuegos pertenece al mismo grupo político de facto que algunos empresarios de élite, Diego Fernández de Cevallos, Juan Collado, Luis Cárdenas Palomino, Eduardo Medina Mora, Raúl y Carlos Salinas de Gortari, así como Genaro García Luna. En estos momentos García Luna se encuentra siendo juzgado por cargos federales en una corte de Nueva York; corte que resulta ser la misma que supervisa, regula y decide sobre el caso del “Chapo” Guzmán. Así que como imaginarán, todo está concatenado, por lo que no podemos entender el proceso del “Chapo” sin el proceso de García Luna y viceversa, éstos, al igual que el caso Cienfuegos y los miniprocesos del resto de las personas arrestadas con relación al narcotráfico en los últimos lustros, tuvieron su origen el 19 de marzo del 2009, cuando detienen a Vicente Zambada Niebla “Vicentillo” horas después de haber tenido una reunión con la DEA, y quien además es el hijo mayor de Ismael “El Mayo” Zambada, el verdadero narco de narcos.

“El Mayo” resultó ser desde hace décadas, el líder supremo del Cártel de Sinaloa, el Cártel más poderoso de México y que tiene presencia en más del 70% del planeta, el “Mayo” es un personaje que merece como mínimo 3 columnas que hablen sobre él, sólo basta con decir que es de la primera generación de narcotraficantes de nuestro país, pionero junto a Félix Gallardo, “Don Neto” Fonseca y Caro Quintero, sin embargo es el único que sigue activo hasta la fecha, y sigue sin pisar la cárcel. Muy probablemente el sesgo de supervivencia que le ha funcionado bastante bien a “El Mayo”, es que a diferencia de todos sus homólogos, él tiene como principal principio la discreción, lejos de los reflectores.

cienfuegos   Pero en fin, retomando nuestra directriz, la captura del “Vicentillo” fue causada por la guerra que había entre el Cártel de Sinaloa contra los Beltrán Leyva, el Cártel de los Carrillo Fuentes y el Cártel del Golfo, pues cada bando tenía comprada una cierta parte de las fuerzas policiales y los policías que arrestaron a el “Vicentillo” estaban en la nómina de los Beltrán Leyva. A partir del dicho arresto, se desembocaron un sinfín de arrestos más, incluyendo los de García Luna, el “Chapo” y últimamente el de Salvador Cienfuegos, que fue catalogado como el gran maxiproceso, pero que al final nos dejó en la zozobra.

Dentro de alguna entrevista, Anabel señala que en sus investigaciones descubrió que en el año 2005, Cienfuegos fue asignado jefe de la 9na zona militar en Guerrero. Acapulco era el lugar frecuente donde Cienfuegos se reunía en el yate de Jaime Camil con Arturo el “Barbas” Beltrán Leyva y una secretaria particular de Marta Sahagún, entonces primera dama. La idea era coordinarse para la ininterrumpida distribución de droga en nuestro país proveniente de Colombia. En estos convenios de colaboración, Cienfuegos recibía desde $800,000.00 hasta $1,200,000.00 dólares mensuales.

Después, en el año 2012, hubo una guerra interna en la SEDENA para designar al próximo Secretario de Defensa, en donde Cienfuegos resultó victorioso.

Hace unas semanas, el 15 de Octubre, Salvador Cienfuegos Zepeda fue arrestado en suelo norteamericano por cargos similares a los de Genaro García, pero en un vuelco inimaginable, Cienfuegos fue liberado.

En la mañanera siguiente al arresto de Cienfuegos, Andrés Manuel López Obrador se mostró bastante entusiasmado por su captura, pero semanas después defendió al Ex-Secretario de la Defensa.

López Obrador quemó un importantísimo cartucho político en el momento en el que solicitó la liberación de Cienfuegos. Justo después de realizar la llamada presidencial, Donald Trump se comunicó con William Barr, Fiscal General de Estados Unidos, quien le solicitó desistir de los cargos al juez que giró la orden de aprehensión en contra del general mexicano e iniciaría su proceso, el juez se negó, por lo que fue remplazado y en el primer día del nuevo juez, éste decidió retirar los cargos a Cienfuegos, a pesar de lo contundentes que eran/son las pruebas.

Hasta cierto punto celebro esta acción, como mexicano celebro que nuestra soberanía judicial sea respetada… Me sigue pareciendo inconcebible que la justicia de otro país sea la encargada de juzgar asuntos que deberían competirle a la autoridad mexicana.

Hoy, el gobierno de Andrés Manuel enfrenta su máxima prueba como sistema anticorrupción, prueba que (esperando equivocarme) que reprobará si proyecta un circo disfrazado de formalidades legales que concluirá en un clásico carpetazo.

El Presidente de México ya declaró que se entregará a un capo a cambio de la liberación de Cienfuegos. Y el Secretario de Relaciones Exteriores de México declaró que no hacer nada en caso Cienfuegos sería un suicidio político.

Así que ahora solamente queda esperar y tener fe en nuestro sistema judicial, ese mismo que tiene un 96% de impunidad.

EPÍLOGO: Por encima de todo y todos, el narcotráfico tiene el mayor ingreso económico de nuestro país.