Primero quiero felicitar a todos los papás pues el domingo fue su día.
De niña perdí a mi padre cuando tenía 9 años y puedo decir que es algo que jamás se olvida o se cura, siempre un padre hace falta en una familia, por lo que el domingo me puse a analizar todo lo que sucede cuando no hay padre o hay un padre ausente.
Hoy sabemos que la desintegración familiar es una gran problemática y hoy nos enfrentamos a un mayor índice de desintegración familiar como lo he dicho en anteriores columnas, la desintegración familiar va acompañada de la falta de valores y principios.
Un principio y valor muy importante es la responsabilidad, hoy pocos padres tienen este valor, utilizan a las mujeres sin importar las consecuencias de los actos que puedan pasar por simplemente actuar sin este valor, lo peor es que los niños y jóvenes son los más afectados por la ausencia o carencia que muchos padres fomentan.
Hoy quiero felicitar a todos esos padres que fomentan valores y principios en sus familias, que no son ausentes y que sus hijos o hijas son su prioridad, que han planificado su familia o se han hecho responsables de sus actos, mi total reconocimiento hacia ustedes.
Necesitamos tener y fomentar familias más unidas y sólidas para poder ofrecerles un mejor futuro.
