Cada ojo tiene dos pequeños orificios, uno en el párpado superior y otro en el inferior, llamados puntos lagrimales. Forman parte del sistema lagrimal y son esenciales para el drenaje de lágrimas. Aunque casi imperceptibles, cumplen un papel fundamental en la salud ocular.
Función del punto lagrimal
El punto lagrimal actúa como válvula de drenaje:
- Las lágrimas producidas por las glándulas lagrimales humedecen el ojo.
- Fluyen hacia los puntos lagrimales y pasan por los canales lagrimales hasta el saco lagrimal.
- Finalmente, llegan al conducto nasolagrimal y desembocan en la nariz.
Este proceso mantiene los ojos lubricados, previene la sequedad e irritación, y elimina residuos y microorganismos que podrían causar infecciones.
Qué ocurre si se obstruye
Si el punto lagrimal se tapa, las lágrimas no drenan normalmente, provocando epífora, caracterizada por lagrimeo excesivo y constante.
Causas comunes de obstrucción:
- Infecciones o inflamación
- Envejecimiento
- Anomalías congénitas (frecuentes en bebés)
En adultos, una obstrucción persistente puede causar infecciones recurrentes, enrojecimiento y secreción ocular.
Precauciones y cuidado
Nunca intentes destapar el punto lagrimal con objetos caseros como hisopos o agujas, ya que esto puede causar infecciones graves o daño ocular.
Es fundamental consultar a un especialista, ya que cada caso requiere un diagnóstico oportuno y seguro.