El hierro es un mineral esencial que participa en la formación de hemoglobina, la proteína encargada de transportar oxígeno en la sangre. Su función es vital para prevenir el cansancio y la anemia por deficiencia de este mineral.
Beneficios de tomar suplementos de hierro
- Prevención y tratamiento de la anemia ferropénica.
- Mejora del rendimiento físico y cognitivo.
- Mantenimiento de niveles adecuados durante el embarazo para el desarrollo fetal.
- Favorece la producción de glóbulos rojos.
- Refuerza el sistema inmunológico.
Riesgos del consumo inadecuado de suplementos
El consumo excesivo o sin supervisión médica puede causar:
- Náuseas, vómitos y molestias digestivas.
- Estreñimiento o diarrea.
- Acumulación excesiva de hierro (hemocromatosis), que daña órganos como hígado y corazón.
- Interacciones con medicamentos.
¿Quiénes deben evitar suplementos sin receta?
- Personas con niveles normales o elevados de hierro.
- Pacientes con hemocromatosis hereditaria.
- Quienes padecen enfermedades renales o hepáticas graves.
- Hombres y mujeres posmenopáusicas sin deficiencia comprobada.
Alimentos ricos en hierro
De origen animal (hierro hemínico, mejor absorbido):
- Carnes rojas: res, cordero, cerdo.
- Vísceras: hígado, riñones, corazón.
- Mariscos: almejas, ostras, camarones.
- Huevos (yema).
De origen vegetal (hierro no hemínico, absorción menor):
- Legumbres: lentejas, frijoles, garbanzos.
- Frutos secos: nueces, almendras, pistachos.
- Verduras de hoja verde: espinacas, acelgas, col rizada.
- Cereales integrales: avena, arroz integral, quinoa.
- Frutas secas: ciruelas pasas, dátiles, higos secos.
El hierro es fundamental para una salud óptima, pero siempre debe consumirse con precaución y bajo supervisión médica para evitar riesgos.