Por: Cortesía

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Este es el origen de los "puerquitos de piloncillo", un pan muy mexicano

Recuerdo que cuando era una niña, no faltaba en la mesa de mis abuelitos unos puerquitos de piloncillo para la hora de la cena. 

Muchos los conocen con otros nombres: chanchitos, marranitos o cerditos. Sea cual sea la forma en que los llamen, saben deliciosos con un chocolatito espesado, un café o una bebida caliente que quite el frío.

Antes eran muy populares en panaderías. Actualmente, es un poco complicado conseguirlos y es probable encontrarles en puestos de panes de feria o fuera de algunas iglesias (especialmente en los pueblos). 

Hoy te invitamos a conocer su interesante historia (porque las buenas historias también se saborean). 

Según datos de la Secretaría de Cultura de México, estos panes provienen de un pan nativo de la huasteca, conocido como chichimbré y, sorprendentemente, se cree que es una adaptación del ginger bread (una versión agringada). 

Además, al igual que muchos otros platillos tradicionales, su origen pudo haberse dado durante la época colonial en algún convento, donde las monjas de distintas órdenes religiosas tenían la oportunidad de experimentar combinaciones de ingredientes autóctonos y traídos de España.

La tradición los cataloga como panes. Sin embargo, hay una versión más crujiente que se le identifica como galleta.

También debes saber que, dependiendo de la región en la que se encuentren, pueden contener distintos ingredientes. Por ejemplo, en Chiapas, los preparan con manteca, Mientras que en Baja California son más pequeños y con consistencia de galleta.

Y si los encuentras en la Ciudad de México, puedes encontrarlos con un delicioso toque de esencia de clavo.

Eso sí, el piloncillo no puede faltar en este riquísimo pan, ingrediente que le da un sabor único. 

¿Ya se te antojaron? Esperamos que los encuentres para que también goces de su tradicional sabor. 

 

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