El envenenamiento en perros puede aparecer de forma repentina. Algunos síntomas clave incluyen:
- Vómito, a veces con sangre
- Diarrea intensa
- Salivación excesiva
- Temblores, convulsiones o rigidez
- Pupilas dilatadas
- Dificultad para respirar
- Sangrado por nariz o recto
- Desorientación, debilidad o colapso
El tiempo de reacción es crucial, ya que los síntomas pueden presentarse minutos después de la ingestión.
Primeros auxilios: qué hacer y qué NO hacer
- No inducir el vómito sin consultar al veterinario.
- Administrar carbón activado solo bajo supervisión profesional.
- Conservar restos de comida o sustancia sospechosa para análisis.
- Trasladar al perro de inmediato a la clínica, recostado de lado y sin presionarlo.
- Informar al veterinario sobre síntomas, tiempo y posibles toxinas ingeridas.
Prevención del envenenamiento en perros
- Evitar que el perro coma restos en la calle o parques.
- Revisar patios, banquetas y jardines en busca de comida sospechosa.
- Pasearlo con correa para impedir que ingiera sustancias peligrosas.
- Entrenarlo con comandos básicos como “no” o “suelta”.
- Informar a vecinos y autoridades si detectas cebos peligrosos.
Denuncia y acción legal
El envenenamiento animal es delito en varias entidades. La denuncia puede realizarse ante la Fiscalía local o instancias de protección animal.
- Documentar el hecho con fotos, ubicación exacta y restos del cebo.
- Casos como el de Athos y Tango en Querétaro muestran la importancia de reportar y dar seguimiento legal.
Una amenaza real y creciente
Los envenenamientos ocurren sobre todo en colonias residenciales y espacios públicos, con alimentos contaminados intencionalmente. La prevención y reacción rápida pueden marcar la diferencia entre salvar o perder a tu mascota.