La creatina es un compuesto natural derivado de aminoácidos, presente en músculos, cerebro y alimentos como carne y pescado. Su función principal es regenerar ATP, la fuente de energía de las células, esencial durante esfuerzos físicos de alta intensidad. Además, ayuda a recuperar músculos, mantener masa muscular y favorecer el bienestar general.
Creatina y rendimiento deportivo
La suplementación con creatina mejora el rendimiento en entrenamientos cortos y explosivos, acelera la recuperación muscular y puede reducir el riesgo de lesiones. Deportistas de distintas disciplinas pueden beneficiarse, siempre y cuando no existan condiciones renales previas.
Beneficios más allá del gimnasio
Terapéuticos y clínicos
La creatina puede apoyar el tratamiento de:
- Enfermedades neurodegenerativas (Parkinson, Alzheimer)
- Diabetes tipo 2
- Lesiones cerebrales o de médula espinal
- Rehabilitación postoperatoria
- Prevención de sarcopenia
Salud cognitiva y ósea
Investigaciones indican que la creatina puede mejorar memoria, atención y procesamiento mental, así como contribuir a la salud ósea, reduciendo riesgo de fracturas en adultos mayores.
Dosis recomendadas y seguridad
La forma más estudiada, creatina monohidrato, es segura en personas sanas. La dosis estándar es de 5 g diarios, pudiendo aumentar hasta 10 g para apoyo cognitivo. Personas con enfermedad renal, embarazadas o menores deben consultar a un profesional antes de usarla.
Consideraciones finales
La creatina es un suplemento confiable y ampliamente investigado, pero no reemplaza una alimentación equilibrada ni seguimiento médico. Su uso debe adaptarse a necesidades individuales para maximizar beneficios en rendimiento físico, recuperación y salud cerebral.