Aunque suelen promocionarse como soluciones de bajo mantenimiento y resistentes a la sequía, el césped artificial y los xerojardines con piedras podrían ser perjudiciales para el medio ambiente y la salud pública, según revela un estudio científico realizado por la Universidad de Florida (UF/IFAS).
A partir del 1 de julio de 2025, una nueva ley en Florida prohíbe a los gobiernos locales limitar la instalación de césped sintético en ciertas viviendas unifamiliares, lo que podría aumentar su uso. Sin embargo, esta tendencia podría tener consecuencias inesperadas.
Riesgo de quemaduras por temperaturas extremas
De acuerdo con Marco Schiavon, profesor adjunto de horticultura ambiental, el césped artificial puede alcanzar temperaturas de hasta 79°C (174°F) durante los días más calurosos del verano, mientras que el césped natural se mantiene alrededor de los 39°C (102°F), gracias a la evapotranspiración y la sombra vegetal.
Marco Shiavon. El doctor Shiavon es profesor adjunto de horticultura ambiental y ciencias del césped en el Centro de Investigación y Educación de UF/IFAS en Fort Lauderdale, Florida. Fotografía cortesía de Tyler Jones, UF/IFAS.
“Las temperaturas del césped sintético son tan elevadas que pueden provocar quemaduras en la piel humana”, advirtió Schiavon, quien presentó estos resultados en la Conferencia Internacional de Investigación sobre Céspedes en Japón.
Temperatura de césped artificial. En esta fotografía térmica se muestra un campo de césped artificial (rectángulo blanco, al centro). Imagen cortesía de Marco Schiavon.
Florida no es California: diferencias climáticas clave
En el estudio se analizaron 200 campos deportivos y 210 jardines en el sur de California. Aunque esa región promueve los xerojardines por la sequía, Florida tiene un clima más húmedo, con mayor riesgo de inundaciones, lo que hace cuestionable adoptar soluciones similares.
“Sustituir el césped natural por materiales sintéticos podría intensificar el efecto isla de calor urbano en ciudades húmedas como las de Florida”, explicó el investigador.
¿Realmente ahorran agua?
A pesar del argumento frecuente del ahorro de agua, el estudio reveló que los campos deportivos con césped artificial eran regados para mantenerlos utilizables en verano. Asimismo, algunos propietarios riegan sus jardines sintéticos para hacerlos tolerables, lo que contradice su propósito original.
En cuanto a los xerojardines, si bien requieren menos riego, pueden elevar la temperatura superficial hasta 30°C más que los jardines con césped natural.
Alternativas sostenibles para climas húmedos
Frente a estos hallazgos, UF/IFAS promueve el programa Florida-Friendly Landscaping™, que propone un equilibrio entre eficiencia hídrica y confort térmico mediante:
- Césped tolerante a la sequía
- Plantas nativas
- Sistema de riego eficiente
- Uso de mantillo orgánico
“El césped no tiene por qué ser un desperdicio”, concluyó Schiavon. “Con las especies adecuadas y un manejo inteligente, puede refrescar vecindarios, mejorar la calidad del aire y favorecer la vida al aire libre”.
Recomendaciones para propietarios y planificadores
Este estudio ofrece una advertencia clave para propietarios de viviendas, paisajistas y autoridades que evalúan transformar sus jardines. En lugar de eliminar el césped natural, es posible optimizarlo para reducir el impacto ambiental y mejorar la calidad de vida en entornos urbanos.
Florida necesita soluciones basadas en su propio contexto climático, no en modelos importados de otras regiones.