Dentro de las consecuencias neurológicas que se pueden experimentar tras padecer COVID-19 se encuentran los problemas de concentración, dolor de cabeza, trastornos sensoriales, depresión e incluso psicosis, mismos que han sido denominados como ‘Long Covid’.
Sin precisar la temporalidad exacta en la que las secuelas neurolígicas aparecerán, la revista científica Science considera que incluso los jóvenes que tuvieron un cuadro básico, “pueden desarrollar síndromes neuropsiquiátricos agudos”.
Según el artículo, los informes iniciales sobre síndromes neurológicos que acompañan a la enfermedad arrojan que se pueden tener afecciones como: anosmia (pérdida del olfato), accidente cerebrovascular, delirio, inflamación cerebral, encefalopatía, síndromes psiquiátricos primarios y síndromes de nervios periféricos.
¿Cómo daña al cerebro?
El análisis del líquido cefalorraquídeo de pacientes con manifestaciones neuropsiquiátricas no ha detectado ARN vírico, ni células infectadas con COVID-19. Esto significa que el virus no entra al sistema nervioso central mediante la cavidad nasal, como se pensaba.
En cambio, se ha observado en estudios de la infiltración de macrófagos linfocitos T CD8+ en regiones perivasculares y activación microglial en regiones del cerebro.
"No es un virus neurotrópico, hay poca afectación directa del cerebro. En la fase aguda, los trastornos cerebrales son consecuencia secundaria a la hipoxia, la toxicidad, la neuroinflamación y la alteración vascular, pero no por la invasión directa del virus", explicó el presidente de la Sociedad Española de Neurología, José Miguel Láinez.
La publicación también expone que los estudios de tomografía por emisión de positrones (PET) evidenciaron una disminución de la actividad metabólica del cerebro.
De tres mil 762 pacientes que padecieron COVID-19, muchos tenían síntomas continuos hasta 7 meses después de la infección inicial, incluidos síndromes neuropsiquiátricos prominentes.
“Estos pacientes a menudo experimentan estigma, dificultades laborales y problemas de salud mental. Por lo tanto, se necesita certeza diagnóstica e intervenciones terapéuticas para abordar este importante problema de salud pública”, admitió el texto escrito por los neurólogos Serena Spudich Y Avindra Nath
