Por: Cortesía

Internacional

Consulado en Texas San Antonio, ha contactado a 22 familias de los migrantes fallecidos

El consulado de México en San Antonio, Texas, ha recibido cerca de 150 llamadas, correos electrónicos y diversas comunicaciones de familiares o conocidos de los migrantes mexicanos que perdieron la vida en un tráiler abandonado el lunes, de acuerdo con el cónsul Rubén Minutti.

Medios han señalado que el diplomático ha contactado a 22 familias de las víctimas. Del total de fallecidos hasta ahora –53– al menos 27 son mexicanos, según autoridades. Entre el resto hay 14 hondureños, siete guatemaltecos y dos salvadoreños, según cifras preliminares.

En un video difundido por la Secretaría de Relaciones Exteriores, Minutti señaló ayer que el consulado continúa por instrucciones del presidente de la República y bajo el liderazgo del canciller Ebrard, localizando, ubicando, y en contacto con las familias de las víctimas de este trágico suceso.

Señaló que está en comunicación permanente con las que han sido ya contactadas para efecto de que se desarrolle el proceso de identificación y los pasos siguientes, que son el contacto con la oficina del forense y las funerarias que estarán atendiendo a las familias.

Se les pone en contacto y acompaña en todo este proceso, a efecto de que se agilice el traslado de los restos y lleguen a la brevedad posible a su destino.

Además, llevamos recibidos cerca de 150 textos, correos, llamadas de distintas personas, familiares, conocidos; familiares cercanos, lejanos, afirmó Minutti.

Puso a disposición el teléfono del consulado general de México en San Antonio (210-872-4386) y el del Centro de Información y Asistencia a Mexicanos (520-636-7874).

Víctimas adolescentes

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Por otro lado, algunos de los migrantes más jóvenes que murieron en un tráiler en Texas partieron de pueblos empobrecidos de México, Honduras y Guatemala.

En Nahuala, Guatemala, para muchas familias la espera de la confirmación de que sus seres queridos estén entre las víctimas ha sido angustiosa. Se conformarían con recibir noticias que en otras condiciones serían desalentadoras, como que fueron detenidos por la Patrulla Fronteriza o están hospitalizados... cualquier cosa menos que fallecieron.

El jueves, residentes de esta ciudad lloraron a Wilmer Tulul, de 14 años, y Melvin Guachiac, de 13. Querían aprender inglés y buscar a familia en Estados Unidos, pero perecieron en el más mortífero caso de tráfico de personas registrado en Estados Unidos, con 53 muertos. Sus parientes pidieron un préstamo de 4 mil 500 dólares para pagar a un contrabandista.

En el pueblo de Atexquilapan, en Veracruz, México, Teófilo y Yolanda Olivares esperan información de sus hijos Jair, de 19 años, y Yovani, de 16. El lunes por la mañana recibieron su último mensaje, donde dijeron que serían llevados a San Antonio. Están convencidos de que estaban en el camión junto con su primo Misael, de 16 años, pero las autoridades aún no les han confirmado nada.

Sus hijos partieron el 21 de junio con la idea de alcanzar a primos que emigraron hace ocho meses. La familia entregó al coyote 200 mil pesos por cada uno para que los llevara a Estados Unidos, contó Teófilo, quien dio su casa en garantía por el préstamo.

El miércoles, el consulado de México en San Antonio confirmó que había residentes de Veracruz entre las 27 víctimas mexicanas.

En tanto, para la familia de Jazmín Nayarith Bueso Núñez, de El Progreso, Honduras, de 37 años, la espera terminó el jueves, cuando la identificaron como fallecida. Especialistas estiman que dentro de ese tráiler la temperatura pudo alcanzar 65 grados centígrados. Migrantes entrevistados por Afp en refugios fronterizos cuentan que los viajes en esos vehículos duran hasta dos días y que van amontonados como animales, pues caben hasta 400 personas.

Por el calor extremo, algunos se desmayan o se quitan la ropa, abren desesperadamente huecos en las cabinas. No reciben comida y evitan tomar agua para no orinar.

Desde 2014, unas 6 mil 430 personas murieron o desaparecieron en el trayecto hacia Estados Unidos, según la Organización Internacional para las Migraciones, y 850 perecieron en accidentes o por viajar en condiciones infrahumanas.