Por: Cortesía

Internacional

Biden adelanta al 19 de abril la fecha límite para que los estadounidenses tengan acceso a la vacuna

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha adelantado al 19 de abril la fecha límite para que todos los adultos estadounidenses tengan acceso a la vacuna contra la COVID-19, meta originalmente propuesta para el 1 de mayo.

En una intervención desde la Casa Blanca, el mandatario ha detallado que se han administrado 150 millones de dosis del inmunizador en sus primeros 75 días en el cargo, una cifra en línea con su objetivo proporcionar 200 millones de inyecciones para su centésimo día en el cargo.

Según los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) ofrecidos por el presidente estadounidense más del 75 por ciento de las personas mayores de 65 años han recibido una dosis de la vacuna, mientras que más del 55 por ciento están ya totalmente inmunizados.

De forma paralela, ha informado de que la cifra de farmacias que participan en el programa de vacunación aumentará de las 17.000 actuales hasta 40.000. Biden ya trasladó la semana pasada que su Administración abrirá 12 centros de vacunación masiva y se anunciaron nuevas instalaciones en Tennessee, Wisconsin, Maryland, Carolina del Sur, Colorado y Minesota.

No obstante, aunque Biden se ha mostrado satisfecho con el programa de vacunación estadounidense, ha reiterado que Estados Unidos debe continuar intensificando sus esfuerzos para combatir la pandemia de COVID-19.

"Sabemos lo que tenemos que hacer. Tenemos que impulsar todo un enfoque gubernamental que movilice a todo el país y nos ponga en pie de guerra para vencer realmente a este virus", ha dicho, según ha informado la cadena de televisión CNN. "Y eso es lo que hemos estado haciendo", ha remachado.

Asimismo, ha enfatizado que, aunque el país vacuna a un número récord de personas, la batalla contra la COVID-19 está "lejos de ser ganada", ya que los nuevos contagios vuelven a aumentar. Por ello, ha pedido a las autoridades locales que mantengan y, en algunos casos, restablezcan, la obligación de utilizar mascarillas para evitar infecciones.

Estados Unidos es el país más golpeado por la pandemia de la COVID-19 del mundo. Hasta el momento, las autoridades sanitarias del país norteamericano han contabilizado más de 30,8 millones de personas contagiadas desde que comenzó la pandemia, incluidas más de 556.000 víctimas mortales a causa de la enfermedad.

Por otro lado, el Gobierno de Estados Unidos ha descartado la implantación de pasaportes de vacunación, según ha informado la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, que sí ha matizado que la Administración Biden planea directrices para las compañías que desarrollen este tipo de credenciales.

"El Gobierno ahora no está, ni estará, apoyando un sistema que exija a los estadounidenses portar una credencial", ha señalado Psaki en rueda de prensa, según ha informado la agencia de noticias Bloomberg.

En concreto, el Gobierno de Biden no quiere que los pasaportes de vacunación "se usen contra las personas injustamente" y proporcionará directrices "que se asimilarán a una sección de preguntas frecuentes" para el desarrollo de las credenciales del sector privado. La Casa Blanca ya había indicado que estas iniciativas deberían estar impulsadas por los sectores privados y sin fines de lucro.

Varios estados liderados por los republicanos han tomado medidas para limitar el desarrollo y uso de los pasaportes, aludiendo a preocupaciones en torno a la privacidad. Por ejemplo, el gobernador de Texas, Greg Abbott, ha emitido una orden que prohíbe a las agencias estatales o a cualquier entidad que reciba dinero público exigir pasaportes de vacunación.