El maltrato animal es uno de los delitos que más repudio genera en la sociedad, y casos recientes en Querétaro han intensificado la demanda de sanciones más severas. Un ejemplo de esta indignación es el caso de Olivia, una burrita que sufrió un cruel ataque cuando un hombre le prendió fuego tras rociarla con gasolina, simplemente porque entró a su propiedad para pastar.
Este atroz acto de crueldad se viralizó en redes sociales bajo el hashtag #JusticiaParaOli, impulsado por la asociación animalista Seres Libres, que denunció el caso y destacó la gravedad de las heridas sufridas por Olivia, especialmente en una de sus patas, la cual tuvo que ser amputada debido a las quemaduras.
“Un maldito psicópata le quemó la patita con gasolina a esta burrita solo porque se metió a su terreno. Fue tanto el daño que se tuvo que amputar, y ahora está luchando por su vida. Estamos devastadas, no entendemos por qué tanta crueldad”, expresó la asociación en sus redes sociales.
Aunque Olivia fue rescatada, su estado de salud sigue siendo crítico debido a la pérdida de sangre, lo que la pone en riesgo de una infección mortal. A pesar de la presión social, el gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri, aún no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre el caso, lo que ha generado descontento entre la población. Por su parte, el alcalde de Cadereyta de Montes, Miguel Martínez, ha condenado el acto, aunque no ha anunciado medidas concretas para encontrar al responsable.
¿Es delito el maltrato animal en Querétaro?
En Querétaro, el maltrato animal es considerado un delito según el Código Penal del Estado. Las sanciones varían según la gravedad del acto, y pueden incluir multas económicas o incluso penas de prisión. Entre los actos tipificados como delitos están causar la muerte a un animal por crueldad, provocarle lesiones intencionales y abandonarlo sin los cuidados necesarios.
A pesar de que los burros no están clasificados como especie en peligro de extinción en México, su población está disminuyendo debido a la mecanización del campo, la pérdida de hábitat y la falta de valorización cultural. Diversas organizaciones han alertado sobre la importancia de proteger a estos animales y preservar su patrimonio genético.
El caso de Olivia ha puesto nuevamente en el centro de la discusión la necesidad de reforzar las leyes de protección animal y de asegurar que actos de crueldad como este no queden impunes.