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No Geography de The Chemical Brothers no trae nada nuevo bajo la luna, pero...

Cuando The Strokes irrumpieron con su Is This It en la escena mundial para lograr lo que muchos afirman, fue el rescate del rock; el crítico especializado David S. Mordoh, sintetizó en una sola frase lo que los neoyorquinos, musicalmente hablando, presentaban con sus composiciones:

“No hay nada nuevo bajo el sol, pero hace un día de pv$@ madre”. El álbum no era innovador, pero no por eso dejaba de ser increíble.

A 25 años de su glorioso y revelador disco debut Exit Planet Dust, el dúo británico formado por Tom Rowlands y Ed Simons, The Chemical Brothers, trae bajo el brazo su novena producción, No Geography.

Concierto de The Chemical Brothers en el Vive Latino de 2011  Iván Stephens / Cuartoscuro

Parafraseando el razonamiento de Mordoh, lo que la icónica pareja de ingleses presenta con su más reciente asalto en la escena mundial musical, —a diferencia de varios de sus trabajos previos que tomaron por sorpresa tanto a escuchas, críticos e incluso músicos— no representa una notable evolución en su estilo. No se trata de un álbum que urge en la experimentación de sonidos o busque secuestrar las tendencias actuales para hacerlas suyas.

Pero no por eso deja de ser increíble.

A lo largo de 10 tracks, varios de los cuales ya fueron develados, The Chemical Brothers deja constancia irrefutable del por qué son hoy por hoy, una especie de leyenda viviente de la música bailable. Del por qué a diferencia de varios actos electrónicos que al igual que ellos saltaron a la fama en la década de los 90, en la actualidad siguen vigentes sin la necesidad de echar mano de sus éxitos.

La fiesta de No Geography track por track

Con la canción que da apertura a No GeographyEve of Destruction, hacen patente el gusto y buena convivencia con una de sus influencias más recurrentes en toda su carrera, el Hip Hop, el cual logran domar para que no se apropie de la pista y se obtenga como resultado una intensa amalgama de secuencias funky, más una base lírica propia del rap. Sí, algo como lo que ya conocíamos en Galvanize o Keep my Compusure, sin que eso signifique que se trate de un track autorreferencial.

Sin dejar tiempo a contemplaciones, Bango asalta los oídos para dar continuidad a la intensidad del track que le precede. Comulga de manera natural con lo que hasta ese momento entendemos del álbum: una invitación a la pista de baile para que poco a poco se desentuman las piernas.

Es hasta el cuarto track, Got to Keep on, que Rowlands y Simons deciden que es momento adecuado para que las cosas comiencen a ponerse más serias, sin que eso signifique que las ácidas programaciones y las vocales fantasmales de Aurora, suelten de la mano al escucha para dejarlo a su suerte en la noche que desde ya, se torna muy prometedora. La pieza bien podría formar parte de una película de Gaspar Noé.

En adelante nos encontramos con canciones que sostienen el ritmo alto que dejó Got to Keep on, con algunos descansos como el provisto por el séptimo track, We've Got To Try, que echa mano de melodías más amables, así como de los intentos más adecuados de Aurora por interpretar algunas líneas de soul y gospel. De nuevo, sin ninguna autorreferencia, se trata de una pieza con naturaleza similar a éxitos consolidados como The Boxer.

A partir de aquí el dúo de Manchester parece decidir que ya es suficiente. El intenso trance por el cual ha avanzado la noche debe llegar a un punto que aunque parece imposible, debe ser más alto. 

Pero como buenos DJ´s que iniciaron su carrera pinchando discos en fiestas de garage, saben que la explosión también debe ser gradual y Free Yourself es la pieza perfecta para dar paso al momento cumbre.

Mad as Hell (MAH) es LA canción de No Geography.

Si lo que muchos seguidores de The Chemical Brothers esperaban en el noveno álbum era alcanzar un estado frenético al que en algún momento llegaron con lunáticas canciones como It Began in Afrika o Belive, el violento y esquizofrénico acid house de MAH, demuestra que a sus casi 50 años, Tom y Ed siguen siendo los amos y señores de las pistas.

En fin...

Tal vez No Geography no sea un disco de introspección; tal vez tampoco represente un paso adelante en el camino de experimentación que el proyecto ha dado casi con cada disco previo, no. Lo que sí es, sin lugar a dudas, es un fuerte golpe sobre la mesa que The Chemical Brothers da para demostrar cómo es que se debe hacer música bailable.

En fin, no hay nada nuevo bajo la luna, pero la noche está para bailar de pv$@madre.

 

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