Por: Cortesía

Espectáculos

“Fray Servando Teresa de Mier: Confesiones de un Guadalupano Federalista”. Obra de teatro online, 10, 11 y 12 de septiembre 2021.

“Fray Servando Teresa de Mier: Confesiones de un Guadalupano Federalista”. Con el primer actor Ignacio López Tarso, quien lo personifica.10, 11 y 12 de septiembre de 2021. Estreno mundial de la obra de teatro virtual, duración; 1 hora y 15 minutos en lectura dramatizada en una adaptación basada en la obra homónima de Adolfo Arrioja Vizcaíno.

* “Fray Servando Teresa de Mier fue el primer historiador de la historia de la Insurgencia y el visionario más incomprendido de la historia de México.

 

Padre e hijo, dos primeros actores:

Ignacio López Tarso, como; “Fray Servando Teresa de Mier y Juan Ignacio Aranda, como; Miguel Ramos Arizpe.

 

Funciones:

Viernes 10 de septiembre a las 07:00 P.M.

Sábado 11 de septiembre a la 01:00 P.M. y 07:00 P.M.

Domingo 12 de septiembre a la 01:00 P.M. y 07:00 P.M. (CDMX)

 

Venta de accesos por el sistema: www.boletopolis.com

$200 Ver la obra

$500.00 Obra + convivencia virtual

*Conferencia virtual con elenco y autor de la obra:

Al término de las funciones de las 07:00 P.M. el elenco y el autor tendrán con el público una convivencia virtual con el público vía Zoom (solo para 50 accesos). A los interesados les llegará una liga por Zoom para que 5 minutos después se conecten y tengan el convivio virtual.

 

*Dramaturgia, montaje y dirección de Juan Ignacio Aranda, quien comentó:

En la última parte del libro de don Adolfo Arrioja Vizcaino, viene un largo diálogo entre Fray Servando y don Miguel Ramos Arizpe. Yo trabajé en la edición del mismo, se lo mandé al autor y le gustó mucho”, a lo que agrega: “la obra que yo adapté es breve, de una hora y cuarto.

 

Vamos a hacerlo en lectura dramatizada como siempre lo hemos hecho. No estaremos ni vestidos, ni maquillados, ni será en la mullida recamara del Palacio Nacional. Será en el comedor de la casa de mi papá (Ignacio López Tarso) y será como hemos hecho todos los streamings. Le daremos la importancia a la palabra; tendremos una intervención temática del autor, que situará al público debidamente en la época y en el momento histórico y quiénes son estos dos personajes que el público vera en la obra”.

 

En el texto pese a ser trágico, Fray Servando nunca pierde ese sentido del humor, ese sentido árido, agrio, duro de humor negro; es muy irónico, muy chispeante, tiene ideas siempre muy ácidas, muy críticas. Todo el tiempo es un crítico y muy rebelde de todo. Criticó a todas las instituciones: a la eclesiástica, a la social, a la política, a la religiosa. Fue un acérrimo crítico de todos, hasta de don Guadalupe Victoria.

 

*Sobre la obra:

Son dos escenas que transcurren el 15 y el 16 de noviembre de 1827, unos cuantos días antes de la muerte de Fray Servando.

 

La primera escena habla de su discurso que dio el 12 de diciembre de 1794 durante la ceremonia mariana en la basílica por la celebración número 263 de la aparición de la Virgen de Guadalupe.

 

Él, al contar con mucho reconocimiento público al ser un gran fraile dominico y al ser doctor en Teología por la Real y Pontificia Universidad de México, grado que obtuvo a los 27 años de edad, es invitado por el Virrey, por el arzobispo y por toda la colegiata de Guadalupe y quiso dar un sermón novedoso, nunca antes dicho, con ideas nuevas y revolucionarias. Se le ocurrió decir que la Virgen de Guadalupe es la reencarnación de la Virgen Tonantzin y que Quetzalcoatl es la reencarnación de Santo Tomás, el apóstol de Jesucristo. Puso en tela de juicio la aparición de la Virgen a Juan Diego, alegando que era una patraña escrita por los españoles para dar identidad al pueblo mexicano a través de la Virgen de Guadalupe, pero que eso es falso y que no había pruebas de ello y que la tilma de Juan Diego es falsa.

 

Dicho discurso causó unas semanas después una conmoción, porque primero lo felicita el virrey comentando que es una pieza de gran erudición, fue invitado a comer a las mejores mesas virreinales como todo un héroe, pero el arzobispo Núñez de Aro días después se da cuenta de la importancia de lo que dijo Fray Servando y convence al virrey. A las 3:00 de la mañana fue sacado de su casa, conducido a San Juan de Ulúa en Veracruz, le quitan su hábito, le prohíben volver a dar misa, le quitan todos sus títulos tanto universitarios, como eclesiásticos y lo recluyen tres meses en dicha cárcel, porque lo que dijo puso en tela de juicio la presencia española en México. Tres meses después fue enviado al convento de Caldas en Estremadura, España como prisionero de la Santa Inquisición y en donde estuvo 7 años sin libros, sin papel, sin tinta, peor tratado que un preso de guerra. Se escapa varias veces y regresa a México en el año 1823 cuando ya está a punto de consumarse la Independencia.

 

La segunda escena que es mucho más breve trata sobre su participación política en la nueva República Mexicana; él habla sobre un federalismo moderado y no centralista, como fue lo que hicieron y se perdió la mitad del país. Él dijo un discurso fervoroso, patriótico y terrible en el segundo Congreso Constituyente de 1824, que todos le dicen que es “el discurso de las profecías”, porque es premonitorio y sucede todo lo que él dijo. Habla sobre su participación en las logias masónicas, sobre su creencia guadalupana y de cómo este discurso le da identidad y nacionalidad a los criollos y a los indígenas como para sustentar una nueva nación, cosa que sucedió.

-Objetivo al presentar la obra “Fray Servando Teresa de Mier: Confesiones de un Federalista Guadalupano”:

 

Juan Ignacio Aranda asevera: “Revalorizar y revitalizar la figura de Fray Servando Teresa de Mier, porque como dice el autor: “la figura no está debidamente jurispreciada”. La persona de Fray Servando, su imagen y su historia fue borrada y solamente está en calles, en unas cuantas obras y en unos cuantos libros, pero realmente el país no le ha dado el valor justo y necesario que debería tener su figura. Fray Servando falleció a los 64 años por una infección biliar por los berrinches que le hicieron hacer. Él está muy maltratado por la vida, muy acabado, muy lastimado, muy enfermo y muy dolido ya en una cama en una mullida recamara del Palacio Nacional. El presidente Guadalupe Victoria lo ha invitado como un gesto de bondad y de justicia patriótica a bien morir con todos los cuidados y atenciones que requiere una persona de su altura. Fray Servando le pide a Miguel Ramos Arizpe que le entregue los santos oleos en una ceremonia que se realizó el 29 de noviembre dentro de la recamara del Palacio Nacional, ya que como él ya estaba tan mal, no podía salir a la catedral. Fue un incomprendido toda su vida. Es un gran personaje que vale la pena hablar de él. Él fue un visionario que se adelantó a la Independencia y luego se adelantó a la conformación de una nueva república federada tal y como la tenemos ahora”.