Este miércoles 29 de septiembre el caso de abuso sexual perpetrado por el youtuber Rix contra la también influencer Nath Campos volvió a dar de qué hablar, pues se dio a conocer el monto que el acusado habría pagado a la joven en reparación del daño moral.
Y es que Ricardo Arturo González pasó casi ocho meses en prisión preventiva tras su acusación de haber abusado sexualmente en 2017 a la hija del compositor Kiko Campos en su domicilio ubicado en la colonia Roma Norte de la Ciudad de México.
Sin embargo, el creador de contenido se declaró culpable del delito y fue sentenciado a tres años de prisión por el delito de violación agravada en grado de tentativa. No obstante, Ricardo pudo salir libre a principios de septiembre tras pagar una multa a las autoridades y un monto por daños morales a la víctima.
Pese a que el joven de 30 años quedó en libertad condicional, quedó registrado en la lista de agresores sexuales tras declararse culpable por dicho delito.
Después de que el youtuber -que hasta antes de su arresto publicaba videos donde incomodaba a la gente en lugares públicos- lograra que su procedimiento judicial fuera abreviado, Rix tuvo que pagar un monto establecido por la Fiscalía de la Ciudad de México.
Luego de obtener la posibilidad de un procedimiento abreviado, los seguidores del caso manifestaron su inconformidad y mencionaron que a lo largo del proceso se dieron “irregularidades” que favorecieron a Rix en su seguimiento legal.
Ante las críticas fue la titular de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, Ernestina Godoy, quien aseguró que no “se exoneró ni se dejó en impunidad” al influencer.
“No significa, bajo ninguna circunstancia, que este individuo, conocido como Rix, haya sido exonerado por pagar una multa, por el contrario, queda registrado como un agresor sexual con antecedentes penales”, dijo entonces.
Por concepto de daño moral, González destinó una cantidad para Nath, quien declaró después haber donado el monto íntegro a una institución en pro de los derechos de las mujeres y en contra de las violencias de género.
Ahora se dio a conocer la cantidad exacta que Rix habría pagado por dicha compensación. De acuerdo al reportero policiaco Carlos Jiménez, Ricardo pagó “oficialmente” un monto de 13 mil 499 pesos por daño moral a Natalia Campos.
Sin embargo, el periodista dejó entrever que los jóvenes pudieron haber llegado a un arreglo económico fuera de los tribunales. Así lo dio a conocer: “Oficialmente la reparación del daño moral que pagó Rix a Nath Campos fue de $13 mil 449. Así quedó establecido en documentos de la Fiscalía de la Ciudad de México. “Por fuera” no se sabe cuánto dinero dio para salir de prisión”.
El tuit del reportero policiaco generó múltiples comentarios de personas que condenaron el hecho: “Eso vale últimamente la dignidad de las chicas que denuncian acoso, violencia y demás” comentó un usuario.
La cifra resultó “una injusticia” y “una burla” para múltiples usuarios de las redes sociales, considerando que Rix es uno de los youtubers más vistos en el país, y por tanto, uno de quienes más ingresos generan.
“A mí por robo, mi reparación de daño integral fue de cien mil pesos y los asaltantes se quedaron en prisión 4 meses “, señaló otro internauta.
Muchos se quejaron de la justicia mexicana y algunos indicaron que todo fue culpa de la corrupción en los procesos penales. Otros tantos señalaron que Rix, gracias a su influencia, fue favorecido y juzgado de una manera distinta.
Aunque no faltaron los haters de Nath que aseguraron que la creadora de contenido “estaba en busca de dinero”, esto porque en pasadas declaraciones, la joven de 26 años había expresado su felicidad por el giro que había tomado el asunto, es decir ver a Rix tras las rejas.
Cabe señalar que la multa que pagó el influencer a las autoridades para obtener su libertad condicional fue de 30 mil pesos, independientemente de la cantidad extendida a Nath. Con ello, usuarios de redes sociales han manifestado su inconformidad con la decisión de los impartidores de justicia al considerar que la cantidad es muy menor.
