Hay un momento de la relación donde sientes que el amor está presente todos los días, ves en esa persona como el amor de tu vida, te genera un sinfín de sentimientos y quisieras tenerle ahí cerca a cada momento. Pero el amor, en ocasiones, no dura para siempre y de un momento a otro la relación se termina. Miles de preguntas empiezan a rondar tu cabeza y arrebatan tu paz interior. Te cuestionas: ¿qué pasó?, ¿cuándo se acabó el amor?, ¿tendrá otra persona? ¿qué voy a hacer?
Indudablemente, esto se convierte en un ciclo de dolor y autocompadecimiento que empieza desde que te levantas en la mañana hasta entrada la noche hasta dormir, claro, si logras conciliar el sueño. Aunque son preguntas normales luego de un suceso como este, hay otras inquietudes que surgen y deben manejarse con más cuidado.
¡No te preguntes esto luego de una ruptura amorosa!
Estas son algunas de esas preguntas que que por tu bienestar deberías evitar a toda costa antes de que te causen un mayor daño emocional.
¿Por qué no vi venir el desamor de mi pareja?
Bien dicen que el amor no se esfuma de la noche a la mañana, pero es posible que te hayas acostumbrado a la indiferencia de tu pareja o que simplemente él o ella haya sabido ocultar sus sentimientos. El desamor en muchas ocasiones es difícil de detectar y resolver esta inquietud es la que nos llenará de tranquilidad luego de terminar la relación, pero toma tiempo encontrar la respuesta.
¿Hasta dónde soy culpable de lo que ocurrió?
Es aquí donde debes preguntarte cuál es tu verdadera responsabilidad en toda la situación. Terminar una relación con un: "La culpa es tuya, hiciste que el amor se acabara" hace que te llenes de dudas y te preguntes: “pude haberlo hecho mejor” o “todo es siempre mi culpa, si tal vez no fuera así”.
¿Es posible que se arrepienta y quiera volver?
Debes entender que el amor no se pueden encender y apagar como si fuera un televisor, entonces, ¿por qué esperar que vuelva si te dejó porque ya no sentía nada? Dicen que las segundas versiones no siempre son buenas pero tendrías que dar una nueva oportunidad para saber si funcionará. Si bien siempre existirá el deseo de volver con esa persona, no siempre es la mejor decisión.
El arte de saber vivir
