Por: Cortesía

¿Quieres desaparecer de internet? Borrar todas tus redes sociales no es suficiente

Aunque la necesidad de cuidar nuestra salud mental nos demande silencio digital, borrar las redes sociales no es suficiente para desaparecer de Internet. Aquí te explicamos porqué.

La pandemia nos enseñó que estar todo el tiempo conectados a una pantalla puede ser, a lo menos, angustiante. En medio de crisis sanitarias y la amenaza de una tercera guerra mundial, a veces lo único que nos hace falta es apagar la avalancha ruidosa que emana de las redes sociales. Sin embargo, son pocas las personas que realmente se comprometen a salir por completo de la virtualidad.

Quienes sí dan el salto al vacío digital, por el contrario, parecen desvanecerse de la dinámica pública y de la conversación para siempre como si estuvieran en otro estrato de consciencia. Sin embargo, la decisión en sí misma de borrar las redes sociales no es suficiente: la actividad que tuvieron se queda registrada en las nubes que sostienen las plataformas digitales. Aquí te explicamos porqué.

Sin redes

En 2017, The New York Times publicó una guía fácil para borrar todo de redes sociales. Al inicio del texto, el periodista de ciencia Christopher Mele hizo una advertencia contundente: “el proceso puede ser laborioso y no siempre es infalible“. Por ello, disuadió a los usuarios más radicales que querían desaparecer por completo de internet:

“En vez de borrar tu presencia en las redes sociales, depúrala eliminando o desactivando cuentas inactivas”, escribió el autor, años antes de la pandemia y de los escándalos digitales que trajo consigo.

Casi 5 años más tarde, el contexto nos obligó a dejarnos de tibiezas. Hay personas que, por salud mental o franca necesidad de depuración emocional, necesitan borrar sus redes sociales. Para quienes decidan tomar este camino, la manera más sencilla es usar herramientas externas a los servicios de Meta, la empresa de Mark Zuckerberg.

Éstas son algunas alternativas gratuitas para borrar tus redes sociales: accountkiller.com, deseat.me y justdelete.me. Todas ellas, además de no tener costo, ofrecen una guía paso a paso para eliminar por completo tus perfiles en Facebook, Instagram, Twitter, LinkedIn e incluso TikTok.

Una vez que se completa el proceso, nadie más podrá encontrar el contenido que tenías activo en tus cuentas. Nadie más tendrá acceso a tus fotos, videos, comentarios e interacciones. O al menos, eso podría parecer en primera instancia.

Todo listo para volver

Cuando damos nuestra información para crear una cuenta en cualquier plataforma digital, generalmente aceptamos los términos y condiciones sin leerlos. Por ello, empresas como Meta han hecho un mal uso de nuestros datos personales, proporcionándosela a terceros para lucrar con ellos.

En el caso específico de los servicios de Zuckerberg, por ejemplo, es prácticamente imposible borrar las redes sociales. Aunque el perfil ya no aparezca, la cuenta se mantiene ‘inactiva’, de manera que si la persona quiere regresar, todo ‘vuelva a la normalidad’ como si nada hubiera pasado. Por ello, para activar la cuenta otra vez sólo basta con iniciar sesión, como usualmente se hace.

El camino recorrido no se borra

Sin embargo, las redes sociales no son las únicas que se quedan con la información que les compartimos libremente —a veces, sin pensar. Así lo describe Allison Matherly, coordinadora de participación digital en Texas Tech University:

“Muchas veces sólo pensamos en las redes sociales que estamos usando actualmente, cuando en realidad hemos estado en línea y usando redes sociales o formas similares de comunicación bidireccional en línea mucho más tiempo de lo que pensamos”.

Por esta razón, desaparecer de internet es verdaderamente un reto en la actualidad. Casi cualquier sitio que usamos para trabajar, comprar o entretenernos retiene ‘cookies‘, que sirven para registrar nuestra actividad en línea. En principio, lo hacen para ofrecernos una mejor experiencia al usar estos servicios. Por ello, cuando visitas una tienda en línea muchas veces, ya recuerda tu correo electrónico y tu contraseña si aceptaste que lo hiciera.

Aunque parte de esto es cierto, hay una segunda cara a la moneda. La actividad en línea que los sitios recolectan también sirve para perfilar nuestros gustos y preferencias. Al aceptar los términos y condiciones, es prácticamente imposible deshacerse de esos registros más que nada, porque nosotros mismos no recordamos cada sitio que visitamos a diario.

Por ello, para verdaderamente desaparecer de internet, no es suficiente borrar las redes sociales. Aunque el camino recorrido no se desvanece, darse un descanso de la actividad en línea sí podría traernos un espacio de paz.

MUY INTERESANTE.

 

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