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Plan de eliminación: ¿Cómo hizo Nueva Zelanda para frenar al covid-19 en 100 días?

Este domingo, Nueva Zelanda se convirtió en el primer país en superar la barrera de los 100 días sin un solo caso local de COVID–19. Descubre cómo lo hizo.

El 1 de mayo fue el último día que Nueva Zelanda registró un caso de transmisión local de COVID–19. Desde entonces, todos los casos registrados han sido importados, con largos periodos en los que no se suma ningún caso nuevo y siempre por debajo de 8 casos diarios.

Al momento, el país acumula mil 219 contagios y 22 decesos, con sólo 23 casos activos. Con 4.9 millones de habitantes, el país oceánico fue reconocido por la OMS como un ejemplo para el resto del mundo por su gestión de la pandemia, pero…

¿CUÁLES FUERON LAS CLAVES DE NUEVA ZELANDA PARA REDUCIR LOS CONTAGIOS Y VENCER AL CORONAVIRUS?

El primer caso confirmado de COVID–19 en Nueva Zelanda ocurrió el 28 de febrero. Dos semanas después, cuando el país alcanzó los seis casos, la primera ministra Jacinda Ardern puso en marcha las primeras medidas de contención:

El 19 de marzo, el gobierno neozelandés ordenó cerrar las fronteras con excepción de los nacionales que regresaran al país, quienes debían aislarse durante 14 días antes de poder volver a casa. 

Aunque esta restricción también se aplicó en distintos países gravemente afectados por la pandemia, el éxito de Nueva Zelanda se basó en su anticipación: para el momento en que cerró sus fronteras, el contador apenas marcaba 28 casos confirmados, un evento clave que permitió limitar la transmisión de casos importados a miles de casos.

Según cifras oficiales del Ministerio de Salud, su éxito de contención del virus fue tal, que de los mil 219 casos, el 41 % de contagios se debió a casos importados, mientras el 29 % responde a casos relacionados a la importación (es decir, de segunda generación) y únicamente el 25 % está asociado a casos locales.

Para el 23 de marzo, cuando el contador alcanzó los 100 casos, el gobierno neozelandés respondió con una cuarentena obligatoria que cerró toda actividad no esencial, reduciendo al mínimo la actividad de los casi 5 millones de habitantes.

A lo anterior, se suma un férreo sistema de rastreo de contactos de riesgo que localiza a las personas que estuvieron en contacto con otros enfermos de COVID–19 para hacer las respectivas pruebas y aislarlos en caso de ser necesario. Al momento, Nueva Zelanda acumula 500 mil pruebas hechas desde el principio de la pandemia.

ELIMINACIÓN: EL PLAN DE NUEVA ZELANDA QUE FRENÓ AL CORONAVIRUS

El 7 de abril, el Ministerio de Salud publicó un plan maestro de eliminación de COVID–19 que se unió a las medidas antes impuestas de cierre de fronteras y cuarentena. El objetivo del plan era detener las cadenas de transmisión comunitaria del virus por 28 días y con la certeza de que en el futuro habrá más casos importados, contenerlos exitosamente antes del inicio de otra transmisión comunitaria.

El plan de eliminación se basa en cuatro pilares: control de fronteras, detección y seguimiento robusto de los casos, rastreo efectivo de los contactos y su puesta en cuarentena y sobre todo, un fuerte apoyo de la comunidad a las medidas de control.

Por supuesto, la geografía también contribuyó en gran medida a la erradicación del COVID–19: ubicada al sur del Océano Pacífico y prácticamente sin ningún país vecino a 10 mil kilómetros a la redonda (excepto Australia al oeste), Nueva Zelanda evitó el ingreso de la mayoría de casos importados y por lo tanto, cortó de tajo la posibilidad de un brote mayor desde el momento en que limitó la entrada al país.

Además, las condiciones sociales y económicas del país permitieron que la cuarentena obligatoria fuera respetada por la enorme mayoría de neozelandeses: factores como el alto nivel de ingresos acompañado de uno de los índices de desarrollo humano más altos del mundo (el 16to a nivel mundial), un robusto sistema de salud y una densidad de población baja, sumaron a que la estrategia antes descrita fuera un éxito.

Esta mañana, el mensaje de Tedros Adhanom, Director General de la OMS estuvo dirigido a alentar a los países a contener la pandemia, explicando los factores exitosos de países como Nueva Zelanda:

“Las cadenas de transmisión se han roto combinando la identificación rápida de casos, un completo rastreo de contactos, adecuado tratamiento de pacientes, distanciamiento físico, uso de mascarillas, higiene regular de las manos o el toser lejos de los demás”.

MUY INTERESANTE.