La institución californiana tiene una investigación en marcha por las acusaciones de acoso sexual contra el cantante español.
No habrá que esperar al resultado de la investigación en su contra. Plácido Domingo ha decidido renunciar a su posición como director general de la Ópera de Los Ángeles tras la oleada de acusaciones por acoso sexual que comenzó a publicar la agencia Associated Press en agosto. El anuncio llega una semana después de que el tenor madrileño cancelara su actuación en Macbeth en la Metropolitan Opera de Nueva York (MET) y se desvinculara de por vida de esa institución.
"Las recientes acusaciones hechas contra mí en la prensa han creado una atmósfera que compromete mi habilidad para servir a esta compañía que tanto quiero", ha afirmado el tenor madrileño en un comunicado. "Mientras sigo trabajando para limpiar mi nombre, he decidido que lo mejor para la Ópera de Los Ángeles es que renuncie a mi puesto como director general y retirarme de mis futuras actuaciones en este espacio".
Domingo asumió el cargo en la Ópera de Los Ángeles en el año 2003. Desde entonces, ha llevado a la compañía a otro nivel, con 300 actuaciones sobre el escenario en 31 papeles diferentes y con 100 apariciones como director, de acuerdo a la propia institución. Ésta aceptó la renuncia de Domingo tras haber encargado una investigación sobre el presunto comportamiento indebido de su gran estrella.
En un comunicado, el prestigioso teatro californiano ha indicado que el impacto de las contribuciones de Domingo a la ciudad "no tiene precedentes y son profundas". "no tienen precedentes y son profundas". El jefe ejecutivo de la ópera angelina, Christopher Koelsch, ha admitido que las acusaciones contra el cantante español habían abierto "un periodo doloroso y desafiante" para la compañía y ha confirmado que la investigación interna continuará pese a la renuncia de Domingo. "Debemos de ir más allá para garantizar que estamos haciendo todo lo posible para establecer un ambiente profesional y de colaboración", ha indicado Koelsch.
Tras el escándalo desatado, la Ópera de Los Ángeles anunció la puesta en marcha de una investigación externa, encargada a una de las más prestigiosas abogadas de la ciudad (Debra Wong Yang) para dirimir si el músico español tuvo algún comportamiento sancionable mientras estuvo al frente de la institución.
Tras su marcha de Nueva York, el tenor reconvertido en barítono anunció que nunca volvería a cantar en la MET, una institución que, en su momento, se desmarcó de las cancelaciones de otros teatros estadounidenses (la Ópera de San Francisco o la Orquesta de Filadelfia) e indicó que esperaría al resultado de la investigación de Los Ángeles para tomar una decisión sobre si Domingo seguía siendo bienvenido o no en su espacio.
El tenor reconvertido en barítono, por su parte, ha dejado escrito además que deja el cargo con "dolor en el corazón" y que confía en que su trabajo en Los Angeles sea uno de los más representativos de su legado en Estados Unidos. "Deseo a la dedicada junta y al resto de miembros mis más profundos deseos para que la Ópera de L.A. siga creciendo y sobresaliendo".
Con la renuncia a dirigir en Los Ángeles, el lugar de donde salieron una parte importante de las acusaciones en su contra, Domingo pierde su última gran conexión con la ópera estadounidense. Tras darse a conocer el escándalo por acoso sexual, la Ópera de San Francisco y la Orquesta Sinfónica de Filadelfia anunciaron su desvinculación del cantante. Dallas y Nueva York vendrían después, poniendo fin a una carrera americana que arrancó en Texas en 1961.
Esta última etapa oscura comenzó el pasado 13 de agosto. Entonces, la agencia AP publicó la denuncia de nueve mujeres contra el tenor por acoso sexual, abuso de poder y comportamiento indebido. Unos días más tarde, la misma agencia publicó una segunda historia con 11 nuevos testimonios acusando al tenor madrileño de la misma clase de actuaciones abusivas.
De ese grupo salieron los nombres de dos mujeres que dieron la cara, con nombre y apellido. Una de ellas, la soprano, Angela Turner Wilson, una mujer de 48 años que ahora da clases de canto en Dallas, compartió escenario con Domingo hace 20 años en Washington.
Wilson explicó que estaban en plena sesión de maquillaje cuando Domingo se levantó de su silla y le puso las manos en los hombros, antes de deslizarlas por debajo del sujetador y agarrarle los pechos. "Me dolió", le contó a la AP. "No fue delicado. Me agarró con fuerza". Después, el cantante se dio la vuelta y se marchó. Para ella fue una de las experiencias más humillantes y desconcertantes de su vida. "¿A qué mujer le gustaría que le agarraran los pechos? Y me dolió", insistió en su relato. "Después tuve que salir a escena y pretender que estaba enamorada de él".
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