Cortesía

¿Para qué ayuda caminar en la naturaleza?

¿En los últimos días has escuchado que alguien de tu familia está estresado? Mmmm… esto cada vez es más común, no solo en México sino en el mundo. Por eso, en esta ocasión te vamos a platicar cómo la hormona que provoca el estrés se puede disminuir al caminar en la naturaleza o estar en contacto con ella.

En pocas palabras, el estrés es la reacción que tenemos ante situaciones amenazadoras o desafiantes. También nos ha servido, desde tiempos remotos, para sobrevivir. Imagínate, nuestros ancestros se estresaban cuando algún animal salvaje los perseguía o cuando estaban en medio de la nada y había una gran tormenta.

Checa, aquí hay dos cosas súper importantes, primero, que el estrés lo tenemos todos los seres humanos y, segundo, que tampoco es tan malo, pues nos ha ayudado a sobrevivir. Pero debes saber que, en exceso, el estrés puede causar daños en el cuerpo. Pero esa es otra historia…

20 o 30 minutos bastan

Según una investigación publicada en la revista Fronteras de la psicología, dedicar de 20 a 30 minutos al día caminando o sentados contemplando la naturaleza, reduce la hormona del estrés, llamada cortisol.

¿Quieres saber de qué trató la investigación? Aquí te lo resumimos:

  1. Se reunió un grupo de personas que sufrían de mucho estrés.
  2. Se midió los niveles de la hormona cortisol a los participantes (en la saliva).
  3. Se pidió a las personas que caminaran o se sentaran a contemplar la naturaleza mínimo 10 minutos, al menos tres veces a la semana. En total, 8 semanas!
  4. Se les medían los niveles de cortisol cada dos semanas.

Al final, la doctora MaryCarol Hunter y su equipo de la Universidad de Michigan (EUA) concluyeron que quienes en promedio caminaban 20 minutos (bajo las condiciones anteriores) disminuían su cortisol, pero aquellos que hacían esta actividad por tiempos mayores, además reducían su hormona del estrés a mayor velocidad.

Los investigadores también se dieron cuenta que se lograron mejores resultados cuando los participantes hacían dichas actividades a la luz del día y evitaban usar, en esos momentos, el teléfono celular.

Entonces, caminar o sentarse a contemplar la naturaleza es como una píldora de la naturaleza barata, fácil y muy disfrutable. ¿La recomendarás a tus familiares?

Muy Interesante

 

 

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